El 30 de mayo de 1982 fue el bautismo de fuego de Gendarmería. Los hombres tenían la misión de infiltrarse detrás de las líneas enemigas. Pereyra iba en un helicóptero Puma llevando provisiones y armamento, salieron de Puerto Argentino y cuando sobrevolaban la península Fresinet, fueron alcanzados por un misil tierra-aire. El helicóptero –en el que viajaban 15 personas– perdió el control y luego logró aterrizar, pero al hacerlo murieron seis gendarmes, entre ellos el entrerriano oriundo de Maciá.
“Esa mañana salimos con un camión para llevar los pertrechos -municiones y balística- y víveres, lo acompañamos al helipuerto, en una especie de hipódromo, donde subieron al Súper Puma. (…) Transcurridos unos 15 minutos del despegue del helicóptero, fue alcanzado por un misil que le pegó en el timón de cola, el helicóptero perdió la estabilidad, cayó sobre la turba pantanosa y volcó sobre el lado derecho, donde iban nuestros seis compañeros, dos de los cuales eran entrerrianos: el 1er Alférez Ricardo Sánchez de Concordia y cabo Carlos Misael Pereyra de Concepción del Uruguay”, repasó González. De Pereyra recordó que “siempre tenía una broma, una sonrisa, era molesto, vivaracho”. “Nos quedamos con ese recuerdo”, comentó. Es que según sintetizó, “el 28 de mayo se creó el escuadrón Alacrán en Comodoro Rivadavia y el 30 salimos a combatir; solo nos rozábamos y compartíamos un cigarrillo, pero no profundizamos charlas. Pasados los años me enteré que cuando llegó a Malvinas, su esposa estaba embarazada de su tercer hijo”.
Según el paranaense, la identificación del cuerpo de Pereyra “es un alivio para las familias el saber que pueden contar con el descanso eterno para su ser querido”. “Las heridas de guerra no se superan. A casi 40 años de la gesta de Malvinas, es una mochila que llevás constantemente. Yo no tengo reparo en decir que estoy bajo tratamiento psiquiátrico, pero gracias al acompañamiento de mi familia esto se supera”, remarcó. Y agregó: “A casi 40 años de la gesta de Malvinas hay quienes ni se enteraron que Gendarmería estuvo en combate. Fuimos 40 gendarmes, de los cuales, en Malvinas perdimos siete hombres y actualmente quedamos 24 porque al resto la muerte los fue llevando por otras causas”.
“Somos 24 los alacranes que pregonamos por el país y tengo a cargo el museo para llevar adelante la voz constante de mi Gendarmería Nacional”, destacó el paranaense que combatió en Malvinas.
