“El aumento se siente y el bajo consumo se hace notar. La gente a no poder juntarse con sus familias y amigos, por las restricciones hace que deje de comer carne”, expresó a Elonce TV Marcela Cian, encargada de una carnicería en Paraná.
En Argentina “estamos acostumbrados a consumir carne de excelente calidad. Las exportaciones que se cerraron son de vacas de conservas, que se usan para hacer salchichas, hamburguesas, pero no es la que consumimos”, dijo. En cuando a la venta, la trabajadora comentó que el cliente “manifiesta su malestar porque el precio de la carne sigue subiendo. La semana pasada aumentó un 5% y esa suban en los sueldos bajos, repercute”.
Sin embargo, los cortes que más se venden “es la pulpa porque rinde bastante al igual que las milanesas. También, hoy en día la gente lleva mucha falda, que antes se miraba de reojo”. Marcela indicó que “el kilo de asado está $850”. Las personas que llegan a la carnecería “miran y analizan las opciones para comprar”. Los clientes, elijen pagar “de contado o con débito. Financiar con la tarjeta es caro, porque la carne se come rápidamente. Elonce.com