Paraná Se trata de Marisa Espíndola

“Es un reconocimiento a la Enfermería”, aseguró nominada a un premio nacional

La licenciada en Enfermería, Marisa Espíndola, fue nominada a un premio nacional por sus aportes a la profesión. A Elonce TV le contó lo que significa el reconocimiento y por qué pospuso su jubilación por la pandemia.
Marisa Espíndola es enfermera -licenciada en Enfermería- y trabajó 37 años en el hospital San Martín de Paraná, donde en los últimos 15 años ocupó el cargo de jefa del Departamento de Enfermería, con unas 400 personas a su cargo. Su jubilación llegó el año pasado, en medio de la pandemia de coronavirus; tras prácticamente toda una vida entregada su profesión, decidió posponer su retiro para trabajar a la par de todo el equipo de salud entrerriana y darle batalla al Covid-19 y salvar vidas.

Espíndola fue nominada para el premio Virginia Henderson, impulsado por la Asociación de Enfermeros de La Costa argentina y el Rotary Club de Costa del Este. Este premio, que se otorgará este año en una ceremonia que se hará vía Zoom el miércoles 12, cuando se conmemora el Día Internacional de la Enfermería, procura reconocer y rendir homenaje a la trayectoria de aquellos enfermeros y enfermeras que, con su ejercicio de la profesión, han hecho diferentes aportes la sociedad.

“Es un reconocimiento a la trayectoria, a los aportes a la Enfermería. Y si bien es una nominación, una ya se siente altamente reconocida porque es un premio para el que se nominan enfermeros de todo el país”, aseguró la enfermera a Elonce TV al destacar que “con la nominación ya es más que suficiente”.

“Me enorgullece por la Enfermería de Entre Ríos, por la cual hemos trabajado estos 37 años dedicados a la profesión, no en lo individual sino en lo colectivo. Es un premio a la Enfermería de Entre Ríos”, remarcó.
Además de su destacado desempeño dentro del hospital, Espíndola es profesora de nivel superior de la carrera de Enfermería que se dicta en la universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), donde decidió continuar dando clases y formando al recurso humano que se destaca en los diferentes nosocomios de la provincia. También escribió un libro, que lleva como título Manual de normas de organización y funcionamiento administrativo de un Departamento de Enfermería de calidad, en el que vuelca su vasta experiencia tanto en el desarrollo de la profesión como en la capacitación como docente.

“En los ´80 cuando recién empezábamos a transitar la profesión, el 2% de los enfermeros era enfermero y el resto eran auxiliares y empíricos”, rememoró Espíndola al valorar que gracias a los aportes a la asistencia y la formación por parte de los equipos de trabajo que integró, se formaron enfermeros idóneos. “Reconvertimos los empíricos en auxiliares y después, a través de convenios con CGE y UNER, los auxiliares en enfermeros, donde participé como docente y tutora en la carrera de muchísimos enfermeros de la provincia, lo que me aportó muchísimo a mi crecimiento personal”, recordó.

En relación a su aporte a los marcos legales de la profesión, explicó: “Cuando nos iniciamos como profesionales, no había ninguna ley que enmarcara ni la competencia ni la carrera. Trabajamos para la ley provincial Nº 8899 de ejercicio de la Enfermería y la 9564 que la ley de carrera de Enfermería”.

“Finalizando mi carrera quise hacer un aporte a la profesión, a la gestión”, explicó al dar cuenta que tras casi 15 años al frente del departamento de Enfermería del hospital San Martín, el suyo fue el primer concurso de la provincia. “Recopilé experiencias, formas de trabajo, un marco legal a partir de transitar la profesión y junto a un equipo de trabajo hicimos los lineamientos para conducir un departamento de Enfermería”, indicó.
Una jubilación pospuesta por la pandemia
“Llegó la jubilación en 2020 cuando ya no pensaba continuar después de transitar todo este tiempo previo”, contó al reconocer que estaba decida a finalizar con sus tareas en el hospital. “Fueron momentos muy difíciles y hubo que reflexionar si era el momento… Eso hizo que me quedara todo el 2020 y recién este año me fui del hospital, no de la profesión, porque seguiré siendo enfermera toda mi vida”, remarcó Espíndola.

“Era un momento para seguir acompañando y era difícil cambiar el equipo, no porque no estuviera preparado porque el departamento de Enfermería del hospital San Martín está altamente formado, sino porque como diría Virginia Henderson, hay que tener en cuenta las necesidades del entorno, lo social y psicológico. Y era mejor seguir acompañándolos en ese momento, por eso no me retiré”, argumentó.
Consultada a la enfermera por los cambios que trajo aparejada la pandemia, ésta confesó que fue “el encuentro con el otro”. Es que según indicó, la profesión implica “desde tomar la mano hasta todas las prácticas que implican la Enfermería, y sobre todo, lo personal”. “Esta pandemia hizo que debamos tener muchísimas protecciones, pero no por eso dejamos de hacerlo, aunque ya no con asiduidad; y esto es difícil de pensar porque es ese otro que está sin su familia ni amigos”. (Elonce)
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