“Los gimnasios demostramos hace mucho tiempo que somos un sector que no se dedica a lo recreativo, sino, a brindar salud y luchar contra esta enfermedad transmisible y otras que hacen que lamentablemente los enfermos de Covid-19 sufran más”, explicó Scocco al argumentar: “Otra vez, los gimnasios quedan en el ojo de la tormenta y no entendemos cómo nos ponen a la altura de, por ejemplo, cines y teatros, siendo que nos dedicamos a trabajar en salud y no en lo recreativo”. “Hasta el decreto anterior, trabajamos con protocolos sumamente estrictos. No hubo contagios en los gimnasios y las autoridades no pueden hacer oídos sordos o mirar para otro lado ante esa situación. De hecho, la Organización Mundial de la Salud indica que no hay que cortar con la actividad física, porque de cada diez pacientes Covid-19, que hacen actividad física, ocho no necesitan internación”, sostuvo Scocco y remarcó: “Somos parte de la solución y no el problema”.
Al señalar “dicotomías” en la reglamentación provincial, el entrenador comentó que “si el gimnasio tiene buena ventilación, el aforo en el interior es del 30% y afuera, al aire libre, el límite es de diez personas”.
“La ventilación es muy buena y cruzada en grandes espacios. La enorme mayoría de los gimnasios se maneja con pocos cupos, y los usuarios tampoco usan el transporte público porque provienen de las cercanías; el mejor gimnasio del mundo es el que te queda cerca”, justificó. “La economía de los gimnasios quedó muy golpeada. El año pasado, a nivel país y Paraná no fue la excepción, cerraron el 25% de los locales comerciales. Y el 75% de los que quedamos en pie, quedamos con un altísimo nivel de deuda y la gran mayoría de la deuda contraída es con el Estado, con las prestadoras de servicios públicos”, subrayó Scocco al denunciar que el sector no cuenta con apoyo estatal para afrontar las consecuencias de la pandemia. “Estas semanas que deberíamos estar cerrados, serían el tiro de gracia para la actividad”, remató. (Elonce)