El jueves, antes del duelo frente a Aldosivi de Mar del Plata, Paula Aranda, la abuela de casi 98 años curandera del Barrio El Sol, visitó el Grella y bendijo el estadio, los arcos y el banco de los jugadores. “Creer o reventar” dice el dicho: Patronato ganó en el partido de este viernes.
“Lo hago de corazón. Patronato es mi vida”, dijo Paula a Elonce TV visiblemente emocionada.
De la misma manera mencionó que es “católica, le hago el bien a todos, aunque ahora casi no curo, por la situación del coronavirus. Me falta muy poquito para llegar a los 98 años. Y veo son necesitar anteojos”, dijo con orgullo.
Paula vistió, ante la llegada de Canal Once, con los colores de Patronato. “A esta camiseta me la trajeron de regalo los chicos cuando ascendieron”, rememoró.
Indicó que el jueves “fui y les curé los arcos, los asientos de los jugadores. Cuando perdía Patronato, lloraba y me decía ‘si me llaman voy a ir’. Y así fue, pude ir. Todo se hizo de forma callada, cuando menos se habla, mejor”.
Al ser consultada sobre cómo “cura” dijo: “Ese es mi secreto”. Y recordó que cuenta con “una medalla que me regaló Monseñor Tortolo”.
“Toqué ciertos picaportes y me temblaba la mano”, destacó para acotar que en el Grella “sentía como una cosa mala”.
Respecto de los jugadores, opinó: “Les falta correr, tienen que ponerle corazón. Tienen que salir con amor y diciendo: ’Tenemos que ganar’”.
Le deseó para finalizar “mucha suerte” al entrenador, Iván Delfino. Elonce.com.
