Acotó que “el agua sigue corriendo, pero ya está en vías de solucionarse, porque la municipalidad estaba coordinando para venir”. Describió que “la zona es céntrica, tiene mucho tránsito. No sé si la llamaría insegura, pero nosotros hemos sufrido robos. Tuvimos que remodelar el frente y colocar rejas, porque habíamos sufrido dos ingresos al templo. En uno de ellos nos llevaron cosas importantes, sobre todo de sonido. Aparecen a cada tanto estas cosas que desconciertan”.
Finalmente, señaló que “siempre se ven los patrulleros, pero estas cosas suceden en un instante” y manifestó que “hay algunas cámaras, pero en esta zona no se llega a ver bien”.