Según recordó, en sus inicios como educadora, “los docentes teníamos mucho trabajo porque no había maestras especiales y teníamos que hacer de mamá, enfermera, señoritas, ordenanzas, además de dar clases de lunes a viernes y los sábados dábamos Catequesis”.
“Pirucha” trabajó durante 30 años en el establecimiento y destacó que los últimos años de trabajo en la escuela ya se notaba un cambio en la forma de ser de los chicos cuando comenzaron a incursionar con las nuevas tecnologías; mientras que los padres “eran muy compañeros nuestros, nos ayudaban a que el chico aprendiera, no como ahora que es todo virtual a causa de la pandemia”.
La familia de Francisca ha estado ligada al barrio de la escuela Santa Teresita desde siempre: “Mi abuelo Federico le ayudaba al Padre Grella a estar en la Iglesia, era su chofer y marcaba la cancha. Tenemos una historia muy relacionada con la Parroquia”. Mirá la nota: