“Ver cómo está el río es algo muy lindo, estábamos acostumbrados a los bancos de arena y ahora la creciente influye mucho porque hay más pescados y no es necesario recorrer mucho para cruzar al otro lado”, valoró Miguel, un pescador a Elonce TV. Consultado sobre los pescados dijo que “ahora se sacan sábalos, surubies grandes, patí, mocholo, pero todo con mucho sacrificio. Con el río alto podemos trabajar con las redes, que antes con la bajante no se podía”.
Miguel es pescador desde muy chico, comenzó en este oficio junto a su padre que le enseñó todo lo que sabe de pesca. “Crecí rodeado de todo esto, mi abuelo fue unos de los fundadores del barrio y están todas mis raíces”, sumó. Según contó él tiene muchas anécdotas respecto al río y el barrio, “algunas son buenas y otras no tanto, en una oportunidad se produjo una grieta y en una semana se me cayó la casa. Fue muy triste porque la tenía terminada y se destruyó por completo”.
“El río es un arma de doble filo, hay que tenerle mucho respeto y cuidado, hemos visto personas que se hago han o sufren diferentes accidentes”, valoró Miguel.