Manifestó su tristeza porque “se nos termina el trabajo hasta que aparezca el pescado”. Acerca de sus sustento, comentó que “yo trabajo en la municipalidad y mi mujer en una empresa de limpieza. Esta es una ayuda importante, pero hay que seguir”, indicó resignado “No hay nada. Creo que está saliendo algo para freír o asar. Nosotros necesitamos tararira, pero no se consigue nada”, manifestó.
Contó que “con este panorama, no vamos a tener pescado para Semana Santa, aunque esto puede cambiar”.
En ese contexto, señaló que los precios “aumentaron bastante”, al tiempo que comentó que el proveedor “que me trae de Victoria, hace dos semanas que no viene”. Elonce.com