Tras ese pico registrado el 10 de septiembre, registró una acelerada bajante que lo dejó con apenas 78 centímetros, y con tendencia en retroceso, al igual que en gran parte de su cuenca superior.
La bajante comenzó en agosto de 2019, pero a partir de marzo adquirió mayor gravedad al descender a niveles inferiores a 50 centímetros y hacer emerger bancos de arena frente a Paraná, mostrando postales singulares e inéditas en los últimos 50 años.
Pero lo que ha sucedido en los últimos días fue una notable variación de alta y baja, ya que el 15 de agosto el caudal se había precipitado hasta los 27 centímetros. Ello como consecuencia de la fuerte dependencia de los flujos de caudales extraordinarios que aporta la represa de Itaipú, en el marco de un acuerdo entre Brasil, Paraguay y Argentina para garantizar la navegabilidad de la hidrovía y evitar inconvenientes en las tomas de agua de las poblaciones ribereñas.
En este contexto, desde el Instituto Nacional del Agua (INA) se insiste en que el escenario de bajas precipitaciones en toda la Cuenca del Plata se mantendrá al menos hasta fin de noviembre.
Datos del Paraná y del Uruguay
El río Paraná espera un trimestre con condiciones deficitarias de precipitación. Para la cuenca del río Uruguay y Paraguay se pronostica un trimestre con lluvias normales. Hay un 60% de probabilidad de que ocurra la fase negativa de La Niña.Por su parte, en el río Uruguay se observarían condiciones próximas a las normales para el mes y el trimestre. Luego se prestará atención a posibles pulsos de crecida de corto plazo, de rápida reacción, especialmente en la cuenca media.
Fuente: Uno