"Desplegamos nuestros brigadistas, que trabajan junto a los de Nación y de la provincia de Santa Fe. Es un territorio muy extenso y demanda del trabajo en conjunto, porque tenemos muchos focos en simultaneo que dificulta la tarea", dijo.
Y agregó que "tratamos de priorizar los fuegos que están sobre viviendas o que el humo llega hasta las rutas. Además, la bajada que experimenta el río Paraná y la falta de lluvia hace que toda la cuenca desde Paraguay hacia abajo, hace más dificultoso el trabajo porque los fuegos se extienden".
La declaración de la emergencia ambiental se sustenta en el derecho de todo habitante a un ambiente sano, tal como lo establece el artículo 41 de la Constitución Nacional; y el principio de prevención que manda a atender de forma prioritaria e integral a los fines de prevenir efectos negativos que sobre el ambiente se puedan producir, según consta en la Ley General del Ambiente Nº 25.675. Al ser consultado sobre la solución inmediata para apagar el fuego, comentó que "según los especialistas, una buena lluvia y que crezca el río. Según lo que nos indica prefectura naval, estos niveles se mantendrían hasta mediados de septiembre".
En ese sentido, remarcó que "seguimos trabajando pero le pedimos a las personas que no enciendan fuegos. Por más piense que lo puede controlar o que es insignificante, una chispa que vuelva puede generar un verdadero caos".
"hoy podemos decir, que en el delta entrerriano hay entre 50 y 80 mil hectáreas afectadas, en diferentes consideraciones. Hay algunas que están afectadas en su totalidad y otras un poco menos. Hay una gran pérdida de biodiversidad, de flora y fauna", explicó.
Al finalizar, comentó que "estamos pensando en el día después y el poder recuperar el funcionamiento de los humedales".