Paraná Entretenimiento en crisis

La sala de juegos del shopping de Paraná a punto de "desaparecer"

El gerente de operaciones de Playland Park, ubicado en la planta alta del Shopping La Paz, habló sobre la situación económica "desesperante". En la sala de juegos de Paraná trabajan ocho personas.
Los espacios de entretenimiento ubicados en los centros o galerías comerciales, como el Shopping La Paz en Paraná, llevan cuatro meses sin poder abrir sus puertas para sus clientes a raíz de la pandemia del Coronavirus Covid-19. Como tantos otros rubros su situación económica ante la imposibilidad de funcionar, es crítica.

"Es desesperante. Sin ayuda vamos a desaparecer. Ya perdimos las vacaciones de julio, que representan alrededor de un 20% de facturación anual y en cuanto abramos nuestras ventas, teniendo en cuenta todo el panorama, calculamos que van a llegar a niveles del 20 o 30% de la facturación de épocas precuarentena", aseguró el gerente de operaciones de Playland Park a nivel nacional, Diego Kuss.

"Somos una empresa de más de 50 años en el rubro. Tenemos más de 25 locales en todo el país y todos ellos desde el 20 de marzo están facturando cero", expresó Kuss.

"En Paraná son ocho familias que dependen laboralmente de nosotros. La situación es desesperante y sin ayuda vamos a desaparecer", dijo.

El entrevistado dejó en claro que entienden que la situación sanitaria es prioritaria. "Lo sabemos y por eso desarrollamos un extenso protocolo, diseñado por el presidente del Comité de Seguridad de la Asociación Mundial de Parques", explicó.

El protocolo que elaboraron a través de la asociación que nuclea a los parques de diversiones del país, contempla que se cumpla un distanciamiento garantizado entre los usuarios. Este sería a través de una señalética, barreras físicas, la exigencia del uso del tapabocas para todas las personas y para los empleados, que también estarían provistos de máscaras faciales. Además, se destaca el uso de mamparas que colaborarían para el efectivo cumplimiento del distanciamiento físico entre los clientes y empleados.

"Llevamos cuatro meses sin ingreso de ningún tipo y perdimos las vacaciones de invierno, eso para nuestro negocio es un impacto enorme. Y los gastos siguen entrando mes a mes: expensas, energía eléctrica, sueldos, cargas sociales. Si no permiten la reapertura no vamos a sobrevivir, directamente", aseguró el gerente.

"Hoy con la ayuda del ATP otorgado por el Estado no alcanza. Las previsiones de cualquier empresa para las malas épocas normalmente cubren las necesidades económicas de uno o dos meses, llevamos cuatro meses y no vemos una solución en el futuro inmediato, la verdad es insostenible", dijo Kuss.

Reclama entre otras cuestiones beneficios impositivos y que se los exceptúe de todos los impuestos municipales y provinciales. "Y en cuanto la situación sanitaria lo permita, queremos abrir. En Paraná son ocho familias que dependen laboralmente de nosotros. La situación es desesperante y sin ayuda vamos a desaparecer", concluyó Kuss. (UNO)
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