No bajar los brazos
En uno de los barrios costeros de la capital entrerriana, María de los Ángeles Scetta, su hija y un grupo de vecinas, trabajan desde temprano los lunes, miércoles y viernes para brindar un plato de comida a la gente de la zona. "Estamos muy orgullosos de nunca haber bajado los brazos y haber podido seguir pese a todo, porque no es fácil", dijo María al dialogar con Elonce y agregó que "esto empezó como un merendero y hoy, ya es un comedor", resaltó.
Un lugar para crecer
"No disponemos de ayuda continua del Estado, sino que es todo a pulmón lo que hacemos. Por eso, llegar a los 9 años, nos enorgullece porque hemos hecho una biblioteca, hemos logrado que se entreguen los carnets de los pescadores. Es decir, no es solamente un comedor, sino que es un lugar donde hemos podido crecer", afirmó María sobre el trabajo del comedor "Gurises Costeros. Cristian Ríos".
Vecinas solidarias
El comedor ayuda a 56 familias del barrio de Bajada Grande. "Hacemos 250 viandas y a veces, un poco más, porque siempre se va sumando alguien a buscar un plato de comida. A veces, son las nueve de la noche, y pasan a ver si hay comida", dijo María a Elonce y agregó que "si no estoy yo, siempre hay alguien para ayudar. Empezamos a entregar a las 17.30 y hasta las 21, viene gente a buscar, pero muchas veces no queda".
Para colaborar
María, también brindó su número telefónico para quienes quieran colaborar con el comedor y ayudar a los vecinos y niños de Bajada Grande. "Mi número es 343 4613190", dijo la solidaria vecina."Tenemos un ropero comunitario, pero ahora que hace frío, nos piden muchas frazadas y ropa de abrigo, así que si alguien quiere colaborar, eso también ayuda", sostuvo María.
"La biblioteca ha tenido mucho uso durante la cuarentena, porque las mamás, han buscado libros para hacer las tareas, revistas y, libros de cuentos", mencionó. Elonce.com
