"Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: "Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento", dice el Catecismo de la Iglesia Católica. La materia grave es precisada por los Diez mandamientos según la respuesta de Jesús al joven rico: "No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre". Para ese tipo de "pecados", dijo Puiggari, es posible conseguir el perdón en diálogo directo con Dios, y después, cuando se levante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, que rige desde el 20 de marzo por la pandemia de coronavirus, los católicos podrán ordenar sus asuntos con los confesores en las iglesias.
Si no hay confesión, tampoco hay posibilidades de comulgar para los católicos. Para ese precepto, apuntó: "Hay muchas maneras de comulgar. Ciertamente que la comunión eucarística es la más linda. Pero a lo largo de la historia, ha habido muchos momentos en que los cristianos han debido hacer el ayuno eucarístico, pero no por eso han dejado de comulgar con el Señor en la fe y en el amor. Y ese ayuno es enormemente rico. Nos hace crecer las virtudes. A veces, cuando vamos a comulgar lo hacemos como rutina. Esto va a despertar en el alma el anhelo de Jesús".