Paraná Emotivo reencuentro en Paraná

La historia de dos familias unidas por un acto simple y solidario: donar médula

Cuando tenía 3 años, Dulce recibió un trasplante de médula. Su donante fue Nairo, un abogado de Brasil. Las familias forjaron un lazo de amistad y por días, los de Porto Alegre llegaron a Paraná para visitar a la niña, hoy de 9 años.
En enero de 2014, Dulce Aguilar Arellano, por ese entonces de apenas 3 años recibió un trasplante de médula ósea, ya que había sido diagnosticada con aplasia medular severa, una enfermedad poco frecuente por la cual la médula deja de producir glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

La probabilidad de encontrar una médula 100 por ciento compatible era muy difícil pero no imposible. Finalmente apareció un donante: era Nairo Sánches, un abogado brasileño oriundo de Puerto Alegre. El trasplante se concretó con éxito y la pequeña Dulce se recuperó totalmente.

Desde ese momento, comenzó a forjarse un lazo entre las familias. Luego de los plazos establecidos por las leyes, tuvieron un primer encuentro en Brasil, luego le siguieron otros, también en el vecino país y ahora fue el turno de que la familia Aguilar los recibiera en su casa.

Elonce TV llegó hasta la vivienda de la familia de Dulce y compartió unas horas con los protagonistas de esta emocionante historia.

Lucrecia, mamá de Dulce recordó que "todo comenzó con su enfermedad y no había otra cura que no fuera un trasplante. Los médicos en Buenos Aires decidieron mandar una muestra al Banco Mundial de Médula para buscar entre los 45 países que en ese momento estaban inscriptos. Entonces apareció Nairo en Brasil y fue nuestra esperanza de vida. Gracias a Dios salió todo bien y siguió todo bien después del trasplante".
"Donar médula ósea es un placer inmenso y estamos haciendo un bien. La solidaridad entre los pueblos tiene que cultivarse cada vez más para que eso se propague por todo el mundo. Donar médula ósea es muy simple, además al principio uno no sabe quién la recibe, pero luego te enterás que tu médula es 100 por ciento compatible con alguien más", dijo Nairo, y ese alguien fue Dulce, que curiosamente tiene la misma edad de una de las hijas del brasilero.
La decisión de conocerse
De acuerdo a pautas internacionales, el encuentro entre el donante y quien recibe la médula, se permite luego de un año del trasplante y con la expresa voluntad de las partes.

Cumplido este plazo, la familia de Dulce solicitó al Incucai la posibilidad de conocer a Nairo. El primer contacto se dio vía Skype, por teléfono y mails y a los dos meses los convocaron para participar en un congreso en Brasil sobre trasplante de médula ósea, donde comentaron su caso y estaba pautado el ansiado encuentro.

Ese fue el primero, después vinieron un par de viajes más a Brasil y el lazo entre las familias se fue profundizando.

"Esta es la primera vez que ellos vienen y estamos felices de recibirlos en nuestra casa", dijo la mamá de Dulce.

En tanto que la esposa de Nairo, destacó que el hecho que su hija Manuela tenga la misma edad de Dulce "hizo que más nos emocionemos. Tenemos una nueva familia, muy linda y bella".

Tras ello, y al referirse a la importancia de la donación de médula ósea, Nairo remarcó que "es un procedimiento muy simple, donar médula es un acto de solidaridad y mucha fe. La familia de Dulce nunca perdió las esperanzas de recibir una médula, por eso le digo a los hermanos argentinos si donás médula podés salvar una vida".

"Todos podemos necesitar. Esto no se terminó con Dulce, lamentablemente hay muchos niños que necesitan médula y también sangre y están esperando. Insistimos en la donación", dijo finalmente Lucrecia. Elonce.com
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