La presidenta del CGE, Marta Irazábal de Landó, destacó el rol del sector y aseguró que "el taller industrial es una herramienta fundamental en el funcionamiento de la educación entrerriana, y el objetivo es que vuelva a producir el mobiliario necesario para las escuelas de la provincia, que se logra hasta en mejor calidad y menor costo".
En este sentido, destacó el trabajo de los agentes del taller, "quienes tienen mano de obra calificada, especializada y brindan todo su conocimiento dando respuestas a las necesidades de las escuelas".
Sobre el modo de trabajo, Albornoz explicó que la Dirección de Planificación realiza un relevamiento en función de lo que se determinan las prioridades de acuerdo a la demanda, "ellos nos envían los expedientes tramitado con los insumos y los materiales, y nosotros lo fabricamos".
En líneas generales, sostuvo que se trata de pensar "a futuro en constituir una base para que sea la fábrica de todo el mobiliario escolar de la provincia, con otras tecnologías, con adaptaciones y capacitación del personal".
En ese sentido, Albornoz manifestó que "también estamos trabajando en diferentes establecimientos escolares arreglando muebles en un trabajo conjunto con las escuelas y sus cooperadoras. Ahora estamos armando sillitas para jardines y nos comprometidos en armar unas bibliotecas".
Desde que retomó las actividades el Taller se han fabricado 50 conjuntos de comedor compuesto por una mesa y dos bancos con capacidad para ocho comensales. Actualmente se encuentra en el armado de 700 sillas de madera destinadas a nivel inicial y la reparación de mobiliario deteriorado.
Más de cien años
El 6 de febrero de 1897 se fundó el taller Industrial anexado a la escuela Elemental Nº5 creando las áreas de carpintería, herrería y pintura. Ya en el año 1914 se emplazó en el predio propio ubicado en lo que hoy es calle Alameda de la Federación, lugar en donde funcionó hasta el año 2012. Si bien en el comienzo fue concebido con el fin de ser un taller escuela donde el objetivo principal era instruir a los alumnos a que aprendieran el oficio de carpintero, herrero y pintor como herramienta educativa para lograr insertarse en el mundo laboral.
En el año 2012 se tomó la decisión en forma conjunta con autoridades provinciales y las autoridades Consejo General de Educación y personal del Taller Antequeda de reubicar las instalaciones del mismo hacia la zona Bajada Grande, ya que en el predio de calle Alameda de la Federación se planificó la construcción de la escuela Secundaria del Centenario.
