
Se trata de una manta geotextil que fue colocada para resguardar la integridad de la infraestructura.

Sin riesgo para el túnel
Para llevar tranquilidad a los usuarios de esta vía de conexión, el director por Entre Ríos del ente biprovincial Túnel Subfluvial Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis, Juan José Martínez, remarcó que no hay ningún tipo de problema, ya que lo que se ve es el lomo de la manta y desde ese punto hasta el tubo mismo del túnel hay 7 metros de arena. "Falta muchísimo para llegar ahí", indicó.
Martínez indicó que "nadie se va a llevar un raviol (por la forma de la manta) porque eso pesa 700 toneladas por metro cuadrado".
Asimismo explicó que en la zona donde apareció descubierta, el Túnel está entre "7 y 12 metros por debajo de lo que es el lecho del río en esa zona".
La historia de la manta
La iniciativa de proteger al túnel nació a raíz de la severa inundación de 1982 (los registros llegaron a 7,35 mts en el puerto santafesino) que provocó transformaciones en el suelo del río.
Las condiciones mínimas que garantizan la estabilidad del Túnel (como por ejemplo tener al menos tres metros de recubrimiento de arena) se alteraron durante esa crecida.
Entonces, la solución encontrada para evitar futuras erosiones fue fijar el lecho del río en la zona de emplazamiento del Túnel.
Así, tras los estudios pertinentes (1984-1985) el proyecto se concretó en dos etapas: la primera se extendió de 1992 a 1993 y la segunda de 1998 a 1999.