Los los últimos movimientos que exhibió la causa, que se sustancia bajo estricto secreto, fueron la aceptación de la querella, que estará a cargo de Cristhian Panceri y Leonardo Schumacher, y el oficio que libró Fiscalía solicitando el historial clínico de la paciente para realizar las pericias de rigor. En este sentido, la querella pidió la intervención de un perito de Concepción del Uruguay para determinar si hubo imprudencia por parte de la médica sospechada, quien es oriunda de Diamante.
Según se precisó, si aquello se logra determinar, el paso siguiente es la imputación de la profesional de la salud.
El hecho
Según sostiene la querella, su representada YVA, fue intervenida quirúrgicamente por una extracción de amígdalas que fue realizada por la médica SMB. Durante la operación, que se realizó el 15 de noviembre de 2018, en el Hospital San Martin, "debido a la imprudencia o falta de diligencia de la doctora SMB, a través de su accionar, le corta la vena (sic) carótida". En la denuncia se sostuvo que "a raíz de dicha intervención la denunciante quedó internada en terapia intensiva tres días, por lo que se despertó al tercer día, sin saber lo que había sucedido y además con una traqueotomía que le fue hecha para salvarle la vida, dejándole perjuicios de toda índole tanto físicos, psicológicos, como estéticos, internada una semana, casi con el riego de perder su vida, siendo que la operación de extracción de amígdalas es una micro cirugía en al cual debía ser dada de alta el mismo día, es decir sin complejidades", publica El Diario.
Secuelas
La querella sostiene que su representada "no sabía qué actos médicos se realizaron en su cuerpo, desconoce qué ocurrió en el momento de la cirugía, y sólo por comentarios se enteró que se cortó una arteria vital (carótida), que perdió mucha sangre y que casi muere". Además, se señaló que "resulta evidente que existió una mala intervención médica ya que una operación tan simple no pudo haberle dejado jamás secuelas transitorias y permanentes que afectan su vida cotidiana, teniendo solo 22 años, con un estado de salud totalmente extraordinario".
Finamente se consignó que como consecuencia del fallido accionar a la joven le quedaron "las siguientes secuelas; se le formó un hematoma en la cabeza, por la pérdida de sangre, no pudiendo dormir boca arriba porque se le duerme la parte izquierda de la cara, perdiendo pelo donde tiene el hematoma, como también en las demás zonas, al cortarle la carótida se le debió unir para salvarle la vida, la misma se estrechó, (es decir que tiene menos milímetros de anchura que lo debido), circulando menor cantidad de sangre, produciendo los siguientes síntomas incurables: se agita ante la mínima actividad física, no pudiendo realizar actividades de fuerza, (ejemplo: levantar a su hija), debiendo tomar medicamentos de por vida, por la menor circulación de sangre en su cara".