"Con el mínimo viento, están en el suelo", indicó. Es que con el ventarrón que se registró en la madrugada de este martes, "algunos pocos quedaron prendidos".
En la oportunidad, Elsa aseguró que no sabe de dónde vino la planta. "A mi regalaron un pomelo, lo comí y planté la semillita, y salió eso", rememoró.
Remarcó además que todos los años, la planta da pomelos gigantes. "No hay ninguno chiquito".
"Es una planta que se viene debajo de flores, es una hermosura verla porque son unos azares grandes, y después, cuando brota el fruto, es un espectáculo verlos a todos", sostuvo la vecina. Cuando se le consultó qué hace con tantos frutos, la mujer aseguró que los regala a todos. "Vienen muchos chicos que van a tomar mate al parque, y me dicen `tía, dame un pomelo´. Yo les doy a todos los que vienen a pedirme", remarcó.
"Yo soy sola, y más de hacer dulce y comer uno por la tarde y en el solcito.. porque son tan dulces como una naranja", insistió. "Es cuestión de pelarlos y comerlos con una cucharita, son exquisitos, muy dulces y no necesitan azúcar".
"Es impresionante la cantidad de jugo que tienen. Todos son muy dulces, porque se piensa que es un fruto que no se come, porque son tan grandotes, entonces no le dan importancia, pero al que viene yo le ofrezco", subrayó Elsa en relación al secreto que esconden los pomelos gigantes que cosechó.
"A medida que la planta crecía, el puse un tutor para que el tallo crezca derechito, y si en un gajo crecen dos juntos, se lastiman entre ellos por estar tan juntos, tan pegados", comentó.
"Los cuido muchísimo, porque me encanta verlos. Es maravilloso, es una planta preciosa", cerró. (Elonce)
