En diálogo con Elonce TV, contó que "Raúl Casimiro dormía en calle Uruguay, en la vereda, en un escaloncito. Sus sábanas eran plástico y cartón. Él en Paraná estuvo en situación de calle por más de 15 años. Ahí lo conocí".
Recordó que "a principios de noviembre apareció en el Paseo Jardín atado, amordazado, lastimado, golpeado. Después de hacer denuncias en Fiscalía, en la Policía, Defensoría y demás, recién ahí pudo intervenir el Estado. De oficio lo trasladaron al Hospital Escuela de Salud Mental y lo fueron incorporando, pese a que no tiene ningún diagnóstico ni de psicosis ni esquizofrenia ni nada. Lo tomaron porque era una persona en situación de calle".
Respecto a cómo se contactaron con la familia de Raúl, la joven indicó que "en San Antonio no tienen wifi y se enteraron de la historia de él por la radio. Se comunicaron con su sobrina Ayelén, que estudia en Salta capital. Ella comenzó a buscar por google y se enteraron de todo".
En ese sentido, Victoria dijo que "Raúl hay miles. Él tuvo un golpe de suerte porque no sabemos si todos van a terminar de la misma gente. No podemos cruzar por al lado de la gente en situación de calle y decir `qué lástima, pobre´, sino que hay que empezar a involucrarnos. Hay que llevarles ropa, comida caliente ahora que se viene el invierno. Con mi mamá hicimos durante casi dos años un trabajo de hormigas de a poquito. Mucha gente se fue sumando y lo ayudaron".
Remarcó que "lo abracé cuando se fue, se me partió el corazón. Cada vez que lo saludábamos él daba la mano y teníamos que decirle que nos dé un beso y un abrazo. En la Terminal nadie lo podía creer porque él solo dio un abrazo muy fraternal. Yo lloraba desconsolada, fue increíble". Elonce.com
