Comentó que guarda diversos libros que considera un tesoro: "De 1860/70 tengo libros en latín de Teología. Tengo una obra de 1850, en su época muy buscada, de medicina. Tengo muchos libros antiguos, que de igual manera hay que resaltar que lo más antiguo no siempre es lo más valioso. Desde chico me crie en este negocio e iban investigadores, historiadores, estudiosos que venían y revolvían. Cuando viene alguien por primera vez siempre le digo que este negocio es para encontrar algo que uno no busca". Consideró que "hoy la metodología de lectura ha cambiado. Todas las mujeres están entusiasmadas con Florencia Bonelli y no leen otra cosa. Hay una invasión de ediciones: si uno mira el programa de Mirtha Legrand, por lo menos dos libros por día presentan. Hoy todo el mundo escribe. Los artistas de la televisión escriben libros".
Y resaltó: "Hay un slogan que dice: tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol. Ante eso digo: un tipo escribió un libro, el hijo lo leyó y se colgó de un árbol. Si bien soy amante de la lectura y de leer, no quiere decir que todos los libros sean buenos. Hay algunos que escriben disparates y encima están mal escritos. Hay de todo". Comnetó que "ahora estoy en liquidación definitiva. En alguna oportunidad tuve épocas de liquidación como en todo comercio. Quiero desprenderme de todo esto porque los que van a quedar no van a saber qué hacer. Tengo el local y dos piezas más llenas de libros. Invito a la gente a que venga y busque libros. Los precios son jocosos, a 20, 30 pesos cada uno".
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