La procesión contó con una importante columna de fieles que recorrieron las calles del barrio y caminaron por Los Constituyentes, Don Bosco y Suipacha para llegar hasta la capilla donde se realizó la misa central. El párroco Silvio Fariña sostuvo que hasta el momento se ha convocado "un gran caudal de gente" y estimó que la concurrencia "es mayor a la del año pasado", afirmó.
Las tres primeras misas fueron multitudinarias, según resaltó el religioso. Respecto al lema de este año, "Ánimo soy Yo, no tengan miedo", explicó que "hace referencia al momento de la vida de Cristo en que los discípulos estaban en una barca, en medio del mar con tempestad, y Cristo desaparece, caminando sobre el agua. Se asustan y Él les dice que no tengan miedo". "Algunos fieles vienen por problemas, todos preocupados por el destino de la legislación argentina sobre la vida. Hacen referencia a la situación actual. Celebrar la fe es poner la mirada en Cristo y afrontar los momentos difíciles con amor. No pensando cada uno en sí mismo, sino en el otro", completó Fariña.