Hay muchas personas que ya aportaron su granito de arena y aún se puede seguir colaborando.
El encargado de la Escuela Municipal que también da clases en el Parque Gazzano, detalló: "todo comenzó cuando me contacté con Mariana Ríos, la encargada de la vecinal de Puerto Sánchez. Ella me comentó que los chicos no tenía donde hacer deportes y que era necesario que nos arrimemos con la Escuela de Atletismo". "Entonces comencé los viernes con los chicos y de a poco los voy acostumbrando a la actividad física porque ellos nunca tuvieron una actividad periódica entonces vamos incorporando la disciplina de a poco. A la vez ella me contó que están con muchas necesidades como pasa en todos los barrios humildes. La gente que colabora conmigo en la cooperadora de la Escuela Municipal se copó y comenzamos con la entrega de leche. También se sumó la Escuela del CAE y mis amigos de entrenamiento. Empezamos a juntar ropa y ahora se ve la falencia del calzado", dijo a Uno.
Los atletas que se dedican a correr habitualmente en maratones utilizan las zapatillas durante un lapso de medio año y luego las cambian. Esas le re sirven a los chicos de Puerto Sánchez.
"Muchas veces los atletas, antes que quede inutilizable, tiran sus zapatillas, pero a los chicos les sirven igual", confesó Pablo.
También Carussi contó que los gurises que están dando sus primeros pasos en el atletismo llegan descalzos o en ojotas. "Vienen descalzos o en ojotas y no vienen de zapatillas a entrenar porque tienen un par y es para la Escuela y la verdad que en estos tiempos parece mentira que esto sea así. En conclusión la idea es esa: juntar zapatillas. Y la verdad que les agradezco a todos los que ya han colaborado. Me encontré con mucha gente que ayudó que es parte de mi entorno. Se ve que en Paraná cada vez pega más la solidaridad. Ahora hay que administrar esas zapatillas y saber a quién se las entregamos. Todo se logró mediante la Escuela de Atletismo así que estamos muy contentos".