Paraná El placer, en caída

Pese a promociones y pagos con tarjetas, no repunta la demanda en los moteles

A pesar de los riesgos, muchos optan por el pago con tarjetas. Pero ni las promociones levantan la crítica situación que atraviesan los albergues. "Tratamos de mantenernos, pero es poca la demanda", indicaron a Elonce.
Los vaivenes económicos afectan a todo tipo de actividades y los albergues transitorios no quedaron fuera de esta problemática. La demanda continúa en caída.

"La situación económica se ha agravado, y las parejas, dejan de salir a cenar, y en consecuencia, también dejar de asistir a este tipo de establecimientos", confirmó a Elonce, Hugo Permayú, secretario general de la seccional Paraná de la UTHGRA.

Ya en diciembre del año pasado, este medio advertía la "frágil" situación de los motes en Paraná, y a la fecha, el panorama no presenta mejoras, por el contrario, apunta a recrudecerse.

"Estamos con muy poca demanda, poca gente llama y ya no llegan e-mails por consultas", confesaron desde Residencial 9 de Julio. "Tratamos de mantenernos, pero es poca la demanda", insistieron.

Una situación similar se registra en Motel VIP, donde además, las obras que se realizan para la construcción de la Autovía Paraná-Oro complicaron el ingreso de automóviles al establecimiento ubicado en Avenida de Las Américas al 5000.
La actividad, que a nivel local emplea cerca de 50 trabajadores, se ve arrinconada diferentes factores: los cambios de costumbre entre las parejas y los aumentos en las tarifas de los servicios que, indefectiblemente, deben ser trasladadas a los precios.

"Los gastos fijos son elevados. En invierno, por el uso de las calderas y los calefactores, la última factura de gas llegó por 1500 pesos. Y la de luz, 8000 bimestral. Tampoco se puede hacer mucho para bajar el consumo, más que poner luces LED, porque no se puede estar detrás de los clientes, apagándoles las luces o los calefactores", indicaron a este medio desde el hotel de calle 9 de Julio.

En consecuencia, los dueños de los alojamientos, si bien no se han registrado despedidos, optan por reducir horarios de trabajo.

"Hay preocupación, porque hay empleados que ya no trabajan ni los fines de semana", corroboró Permayú.

"Seguimos con la misma cantidad de empleados, una mucama para 15 habitaciones, un conserje y un sereno para la noche. Porque durante la semana, si se ocupan cinco piezas, ya es mucho", detallaron desde el Residencial 9 de Julio.

El VIP, en tanto, cuenta con ocho mucamas para 23 habitaciones.
Para paliar el momento crítico, los dueños de los hoteles ofrecen promociones, incluso, aceptan tarjetas sin recargo. Porque pese a los riesgos, muchos optan por esta forma de pago.

En el VIP, el placer cuesta 300 pesos la hora, y el turno de tres horas, 480 pesos. "Tuvimos que aumentar un poco las tarifas", reconocieron desde el alojamiento. Y la suba con respecto al año pasado ronda los 50 pesos.

En el motel Torremolino, ubicado sobre Avenida Zanni 3600, las tarifas de los turnos, varían acuerdo a las categorías y rondan desde los $400 hasta los $550.

En el Residencial 9 de Julio, los precios son otros. La habitación simple está a 560 pesos, la doble a 720 y la tiple, 860. Pero ya no se acercan ni los clientes habituales, como los viajantes, quienes también vieron afectada su actividad por las compras a través de internet. (Elonce)
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