Según sugirió, "si solo se piensa en las personas en situación de calle, en invierno y con un techo, una frazada y un plato de comida, el problema no se solucionará nunca, y por el contrario, se hará crónico".
"Desde la Asociación de Defensores hemos advertido que se trabaja mal a través de este sistema de albergues, porque se ataca lo coyuntural, el frío y el hambre en el momento, y no se hace un trabajo a largo plazo para ver cómo resolver esta situación para insertar nuevamente a esos ciudadanos en la sociedad", indicó Garay.
Para el Defensor, la solución a esta problemática "estructural", tiene que ser a través de "un trabajo interdisciplinario durante todo el año".
La ciudad de Paraná cuenta con refugios habilitados para las personas en situación de calle: el dormidero municipal ubicado sobre calle Enrique Carbó 945 donde funciona el área de Defensa Civil y la Residencia Madre Teresa de Calcuta, sita en Don Bosco 1714. Otra alternativa ofrece el refugio Recordando, ubicado en calle Churruarín 539.
"Los dormideros no son soluciones", remarcó Garay ante el programa A media mañana.
"El acompañamiento tiene que ser por parte de un equipo interdisciplinario que el Estado tendría que tener, e incluso, presupuestariamente, podría lograrse con muy poco", estimó.
En la oportunidad, rescató la experiencia que se llevó a cabo en Casa Solidaria, donde "las personas eran escuchadas en rondas de escucha y se sabían cuáles eran los acompañamientos que cada uno necesitaba".
"Lo ideal para esa persona es que recupere su fortaleza y ganas de vivir para encontrar nuevamente un hogar, porque no todo tiene que ver con la parte económica", sostuvo el defensor, al tiempo que aclaró que para que una persona llegue a una situación de calle, antes debió darse "un proceso que implicó el quiebre en los lazos afectivos, económicos, sociales y laborales".
"El año pasado murió de frío y en la calle, un hombre que había sido camionero, tenía una pensión y una hija en Córdoba, pero algo pasó en el medio", remarcó Garay. (Elonce)