Por su parte, la médica pediatra y genetista, Andrea Chirino, quien desarrolla su tarea una vez por mes en el "Cremcer" del hospital San Roque, donde se tratan niños y adultos con enfermedades genéticas puso de relieve que "es importante llegar a todo el equipo de salud para hacer más diagnósticos, lo que nos llevará a una prevención y a asesorar a las familias".
"Cada niño que tiene un nombre de lo que le está pasando puede lograr una rehabilitación, es decir una reinserción social y a las terapias", resaltó la especialista.
Finalmente, al dar cuenta de su tarea, expresó: "Nos ocupamos de todo aquello hereditario o de cuestiones casuales. Hablamos de niños con malformaciones, parejas con infertilidad o asesoramiento en cáncer".