Paraná "Un camino, una búsqueda"

La lucha de Maia: Su hermana nació en 1974 y quiere saber si realmente falleció

Maia Casas contó que su hermana nació en 1974, pero a la semana les dijeron que había muerto. Con el paso del tiempo, y como la partera que intervino fue presa por venta de bebés les surgió la duda sobre si realmente había fallecido.
Este 24 de marzo se recuerda un nuevo aniversario del Golpe de Estado, una de las épocas más oscuras de la historia argentina. Y son muchas las historias que se recuerdan y que también salen a la luz, después de tantos años de silencio y dolor.

Elonce TV pudo conocer una de estas historias gracias al testimonio de Maia Casas, más conocida como la Payasa Eureka, quien detrás de su sonrisa recorre un camino con el objetivo de saber qué pasó con su hermana, nacida en el año 1974. "Para mi familia y para mi es una fecha muy especial hoy 23 de marzo, porque sería el cumpleaños de una de mis hermanas", comienza diciendo Maia. Y sigue con su relato contando que "en el año 1974, mi mamá tuvo una nena en el hospital San Roque, y una de las parteras le dice que no la puede ver, que tiene que dejarla en la incubadora. De todas maneras ella iba, porque la obstetra le decía que tenía que ir a verla y darle de mamar, pero la partera le decía que no. A la semana, le avisan que la nena había fallecido, siendo que estaba bien".

En un estado de shock y totalmente angustiados por la noticia, los padres de Maia firman "un montón de papeles" pero sin saber que era lo que tenían escrito. Y con el paso del tiempo se resignaron.

Pero la democracia regresó y cuando comenzaron los juicios "a los genocidas y torturadores, mi mamá se entera que la partera que no le dejaba ver a la beba estaba presa por la venta de bebés". Ahí comenzó un nuevo capítulo en la historia de la familia de Maia.

"Hace como cinco o seis años empezamos una búsqueda a través del Registro Único de la Verdad, donde tienen dos casos iguales de la misma época.
Hicimos un montón de trámites, mucha burocracia en el sistema judicial porque queríamos hacerle un ADN a los restos del cuerpito que está en el cementerio". Pero como había pasado tanto tiempo, no se pudieron obtener muestras "y hasta el día de hoy no podemos saber si esos restos son realmente de mi hermana. Mi mamá siempre sintió que su hija estaba viva".

Cuando a Maia le contaron lo que había sucedido, era menor de edad, y su madre, no se animaba a contactarse con Abuelas de Plaza de Mayo porque pensaba en esos papeles que había firmado sin saber qué eran, y que existía la posibilidad de que haya dado su consentimiento para la adopción.

Pero con el transcurrir del tiempo "se fue abriendo, soltó unas lágrimas contenidas de muchos año y dijo sí, quiero saber".

"Necesito claridad para mi mamá, para mi familia. No saber si tu hija murió o no es tremendo", afirmó Maia quien no pudo contener la emoción. "Si son los restos, lo respetamos y le damos las ofrendas que merecen, pero si no, es un camino, una búsqueda", que sin lugar a dudas lo recorrerán unidos y sin bajar los brazos. Elonce.com
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