Paraná No estaba haciendo las tareas

Detalles de la foto del policía y el niño revelados por uno de los protagonistas

"He visto a ese chico algunas veces en la calle y me di el gusto de charlar con él", destacó el policía Cristian Irigoitía. "Me dijo que no sabía escribir bien. Ahí es cuando le pedí que se siente al lado mío", expresó.
Un ciudadano que pasaba por una esquina del centro de Paraná vio la imagen, se conmovió y decidió tomar un par de fotografías, pensando en subirlas a las redes sociales y destacar la actitud del policía. El agente no solo estaba haciendo su trabajo, mirando alrededor, sino también intercambiando palabras con un niño, que sentado a su lado, sobre un escalón, escribía sobre lo que parecía una carpeta.
En poco tiempo la imagen se hizo viral. El agente oriundo de Gualeguaychú es Natanael Irigoitía, quien contó detalles de aquel momento. "He visto a ese chico algunas veces en la calle y me di el gusto de charlar con él", destacó.

"Eran las cinco o seis de la tarde, iba caminando solo y se me acerca para hablarme, me pedía trucos para un juego y después me preguntó la hora. Le pregunté si la sabía, me dijo que sí, pero al mostrarle el reloj me di cuenta que tenía que explicarle y empecé con la suma de cinco en cinco por los minutos, así hasta llegar al 55", empezó relatando.

Y continuó: "Después volvió a preguntarme por los trucos y le pregunté si tenía donde escribir. Como no tenía, le di mi libreta con la birome y le dije que los escribiera él, que yo le iba a dictar. Entoncesme dijo que no sabía escribir bien. Ahí es cuando le pedí que se siente al lado mío y que yo le iba a ir diciendo. Le empecé a deletrear y noté que carecía del conocimiento de letras como la q, la k, la w, o la diferencia entre v corta y b larga. Cuando le decía la m, me preguntaba si era la m de mamá. Después le hice escribir su nombre y le pedí que lo reitere pero en un tamaño más chico. Así estuvo un rato y se fue contento".
"A la hora más o menos volvió, como tratando de sorprenderme o agarrarme de sorpresa, no sé, y me pidió para seguir escribiendo. Le volví a dar mis cosas y se quedó hasta que yo tuve que subirme al lugar que llamamos mangrullo donde se controla el cierre de comercios", relató Cristian a Radio Máxima.

El niño se llama Pablo y tiene aproximadamente 12 años. "Desconozco si estudia en alguna escuela, solo fue en el momento y todo tan rápido, y yo creo que se me acercó realmente porque sentía seguridad y confianza, por eso entramos en charla y llegamos a lo sucedido, el que yo sepa que carecía de conocimiento al escribir, fue donde traté de brindar mi ayuda al pequeño", finalizó.

Pablo habría cursado algunos años de la escuela primaria, con dificultad para el aprendizaje. Su simpatía y personalidad especial hacen que quizá tenga también un olfato especial para detectar a las personas que al menos por un rato pueden brindarle compañía y afecto, además de enseñarle trucos y letras.
Fuente: Maximaonline
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