Paraná "Sí al puente. No en la ciudad"

Vecinos argumentan su rechazo a la traza del puente Paraná-Santa Fe

"Es un tema que incumbe a toda la población de Paraná, no solo a quienes vivimos en la zona", indicaron vecinos de la Toma Vieja. Detallaron qué perjuicios ocasionarían. Recibieron apoyo del vicegobernador de la provincia.
Vecinos de la Toma Vieja continúan con las reuniones y tratativas para manifestar su rechazo a la traza del puente Paraná-Santa Fe.

En la reunión de la Asamblea Ciudadana Vecinalista expusieron su negativa "a que esta traza atraviese y destruya el Complejo recreativo municipal más importante que tiene la ciudad".

"Es descabellado que un puente que fue pensado para el transporte de carga, como parte de un corredor bioceánico, como una ruta de integración del comercio y la producción regional atraviese uno de los barrios residenciales que más crecimiento ha tenido en los últimos veinte años y destruya una de las mayores reservas ecológicas que tiene la ciudad. Parece un proyecto hecho por tecnócratas que no conocen la ciudad", argumentan.

En ese marco y tras resaltar la consigna "sí al puente. No en la ciudad", el tesorero de la vecinal, Lisandro Zapata Soñez expresó que "hay tres alternativas de la traza que se están evaluando. No aceptamos ninguna, porque todas afectan nuestra zona: la cabecera del puente llegará a la torre grande de la Toma Vieja, en el curvón de Blas Parera. Como queda del otro lado del camping la traza tiene que subir atravesando el barrio Toma Vieja y luego metiéndose en calle López Jordán y otras arterias. Según los planos, no iría por arriba de calles, sino que serían 200 metros de ancho la expropiación, pero irían sacando dos cuadras en diagonal. Esto está dibujado sobre barrios enteros".

Asimismo, puso de relieve que "no es una cuestión solo de la vecinal Toma Vieja ni de las de la zona norte, ya que no será un puente que va a servir al vecino de Paraná, sino que es justamente quien va a sufrir toda la carga de camiones, debido a que se trata de un puente de carga y serán entre 3.000 y 5.000 vehículos de gran porte los que se van a incorporar por día al Acceso Norte, congestionando esta vía de ingreso a la ciudad. Además, anulará el crecimiento de Paraná hacia esa zona, haciendo una especie de bypass, como nosotros lo llamamos. No hay justificación para este trazado, ni material ni técnica", afirmó. Y recalcó: "Al mismo costo se podría hacer en Colonia Celina o en la zona del sur, o hacia un lado de Oro Verde, y no este ingreso a la cabecera del puente por la Toma, atravesando toda la zona norte de la ciudad, destruyendo la parte ecológica del bosque nativo que está en la margen del río y que está reconocido por ordenanzas municipales de la década del 80; está la Toma Vieja como complejo turístico, como camping y reserva, adonde van 20.000 personas en el verano y donde está la única pileta de 50 metros de la ciudad, que la ocupan todos los clubes. Se está destruyendo un patrimonio cultural y deportivo. Todo el barrio se terminaría de destruir y afectaría hasta el barrio José Hernández y la zona de la estación de servicio que está arriba, en Gobernador Maya. Toda esa zona quedaría congestionada de camiones".
Por su parte Héctor Fischbach, otro de los habitantes de la zona en la que proponen construir el puente, fue tajante en su postura: "Es un tema que incumbe a toda la población de Paraná, no solo a quienes vivimos en la zona. Al margen de que los problemas que nos genera, que nos puedan expropiar nuestra casa y que van a desmejorar el complejo de la Toma Vieja, afectarán al medioambiente con esta obra, ya que se trata de una autopista que va sobreelevada del territorio, recibiremos todo el smog desde 10 o 15 metros de altura, con una contaminación que es no conveniente al lado de una ciudad, cuando hay otras alternativas".

"Hace 20 años vivo ahí y hay vecinos que están hace 40 o 50. De ninguna manera les vamos a entregar nuestras viviendas, nos vamos a atrincherar si es necesario y no nos van a sacar. No vamos a entregar el barrio", aseguró Fischbach.

Reunión con Bahl
En ese marco, los vecinos se reunieron con el vicegobernador, Adán Bahl, quien compartió la postura de los paranaenses. "No es una alternativa que genere beneficios para la ciudad, no hay obras complementarias significativas y hay una serie de perjuicios a tener en cuenta", sostuvo.
Además el vicegobernador aseguró que "la obra no garantiza fluidez en el tránsito hacia Santa Fe, porque el puente y el túnel van a confluir en la misma Ruta 168. También el Acceso Norte se va a ver notoriamente afectado. Inicialmente, el objetivo del puente era potenciar el desarrollo estratégico territorial, pero se interpusieron diversos intereses y el proyecto fue cambiando hasta convertirse en un plan de obras que centralmente benefician a Santa Fe y dejan a Paraná en una situación de desigualdad: nuestra ciudad no se favorece en nada, no recibe obras de infraestructura, no hay obras complementarias y por el contrario, se sobrecargan arterias fundamentales como la Ruta 168 (tanto del lado entrerriano y del lado santafesino)", detalló.
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