Se trata de un ascensor que hará posible que Sergio, quien pesa más de 190 kilos, deje de estar encerrado en su departamento.
Norberto "Beto" Accinelli, presidente de la entidad, relató a Elonce TV: "Hemos colaborado y donado a Sergio un invento que hice yo junto a otros amigos de la institución. Es un ascensor, se nos ocurrió esta idea dado que él no podía bajar las escaleras por su peso".
Cambio de vida
Mientras bajaba por el ascensor, Sergio dejaba entrever su felicidad. Es que, el aparato instalado sobre el lateral de su vivienda, le permitirá realizar actividades que hasta ahora le eran imposibles."Es una alegría muy grande, porque sino yo tenía que vivir encerrado en mi casa. Ahora mi vida va a cambiar, porque voy a poder caminar un poquito y tomar fresco debajo de los árboles. Por mis medios no lo podía hacer y la Asociación de Amigos del Puerto logró donarme esto. Les estoy agradecido eternamente, porque es un mejor vivir", resaltó ante Elonce TV.
"Estoy arriba de los 190 kilos. Hace un año, desde la amputación de mi brazo, que estuve encerrado en mi casa", afirmó.
Enseguida relató que su "problema comenzó en 2005 con un ACV que me dejó hemiplejia del lado izquierdo en pierna y brazo. Me deprimí y eso me generó un tumor maligno en el brazo derecho, por lo que no hubo otra solución que amputarlo. Tras ello quedé aún peor, porque yo con el brazo derecho me agarraba y me movía".
Sergio añadió: "Vengo con el problema de obesidad desde los 5 años, siempre fui gordito. A la gente obesa nos viven discriminando. Yo lo superé, pero ahora estoy muy complicado, Necesito moverme, no vivir encerrado. Estoy con mi mamá de 76 años que hace todo el esfuerzo por mí".
"Necesito un tratamiento urgente para bajar de peso. Sea a dónde sea"
"A cualquier tratamiento que tenga que hacer le pongo voluntad. Hace cuatro años hice uno en una clínica. El gobierno me dio un subsidio pero sólo por seis meses, en los cuales bajé 30 kilos. Después me cortaron el tratamiento. En ese momento me faltaba sólo bajar 20 kilos. Tuve que dejarlo porque era muy caro", lamentó.Puso de relieve que "los profesionales del hospital San Martín son fabulosos. El único problema es el traslado. No hay sillón de ruedas en el que yo pueda moverme. Eso complica mucho. Puedo caminar unos 10 metros".
