Paraná Un pulmón verde para la ciudad

Predio del ex hipódromo: De la caída del Jockey Club al anuncio de expropiación

En los 90 sufrió su primera mutilación. Solo la plaza Mujeres Entrerrianas es pública. Las manzanas lindantes tienen dueños: la más grande, pertenece al grupo inversor; el resto está repartido entre empresarios y colegios de profesionales.
El intendente de Paraná, Sergio Varisco, anunció la semana pasada la intención de expropiar el predio del ex hipódromo donde había un proyecto, en su momento, de emplazar un centro comercial. El jefe comunal indicó que como el grupo empresario comunicó que no hará la inversión "se iniciará un proceso para recuperar ese espacio verde para la ciudad".

Se prevé que la iniciativa, que será enviada por el Ejecutivo municipal al Concejo Deliberante, cuente con el aval de gran parte del arco político local, dado que ya han existido proyectos al respecto de otros sectores políticos.
El 15 de septiembre de 1922 se inauguró el Hipódromo Almafuerte, en el predio ubicado entre la calle homónima, Gervasio Artigas y Salvador Maciá. Entre otros presidentes, condujeron al Jockey Club Paraná Luis F. Etchevehere, Francisco Medus, Francisco Bertozzi, Arturo J. Etchevehere, Horacio Pianello y César Luis Corte, por nombrar algunos de los apellidos de las familias más tradicionales.

La institución fue un centro de referencia social ineludible, durante el siglo XX. Y registró visitas históricas, como las del gran deportista Irineo Leguisamo o de Carlos Gardel, en octubre de 1933.

La caída, lenta e irreversible del Jockey Club de Paraná comenzó en los años 90. Fue como consecuencia de una actividad que dejó de ser rentable, y de que no supo aggiornarse a los tiempos.

En aquellos años sufrió su primera mutilación. Ya con síntomas de crisis, se construyó la galería comercial sobre avenida Almafuerte, para oxigenar las ya deterioradas arcas del Jockey Club.
Comenzaron a profundizarse los problemas financieros, laborales, y se acumularon deudas con el fisco nacional, y con los estados provincial y municipal.
Frente a esa ola de rumores de una posible venta del predio, en el año 2000, mediante Ordenanza Nº 8.232, fue declarado de Interés Histórico y Arquitectónico la zona de calle Maciá, para preservar el edificio y palco oficial, tribuna popular, boleterías, caballerizas y portones de rejas de ingreso, además de las especies arbóreas de Artigas. Y de Interés Público, con el fin de preservar su valor ambiental, urbanístico y arquitectónico.

Por entonces, el viejo reducto históricamente exclusivo de hombres, ya había sumado presencia femenina, con la práctica del hockey en su interior.

Las deudas acumuladas con los organismos fiscales, y la imposibilidad de hacer frente al pago de indemnizaciones o juicios laborales, derivaron en el inicio del proceso de quiebra, allá por 2003. La suma adeudada era irrisoria, en comparación con el valor del terreno: unos 6,5 millones de pesos, en un escenario económico que exhibía un dólar cerca de los 3 pesos. Y la mayor parte de las acreencias eran del Estado, en sus distintos niveles.
La Justicia pasó a disponer de sus bienes. Y así siguió funcionando el Jockey, durante varios años, reseña una artículo publicado por el periodista Daniel Caraffini en diario Uno.

En 2008, el grupo inversor de capitales nacionales y extranjeros Libertad presentó su propuesta para levantar la quiebra. Entre otras cosas, se acordó que hasta tanto no esté finalizada la nueva pista en Oro Verde -lugar donde sería relocalizado el hipódromo Almafuerte-no se iba a tocar el predio histórico. A la vista, eso tampoco fue cumplido. El 28 de diciembre de ese año se colocó la placa de lo que nueve años después, todavía no es: el hipódromo de Oro Verde.

Ya en 2009, la Justicia autorizó la venta del predio del Jockey Club en Paraná, y dispuso así el levantamiento de la quiebra.

A tono con los pedidos empresariales, se cambiaron los permisos de usos en la zona. Por ordenanza, sin participación pública, se decidió la viabilidad de hacer un shopping, en el centro del sistema nervioso central urbano.

El 30 de octubre de 2010 se corrió la última carrera. Obrablack, con la monta de Ángel Raúl García, se alzó con el último Premio San Miguel. Ese día se disputaron 13 carreras.
Al año siguiente, en 2011, se iniciaron los trabajos de demolición de studs y movimiento de suelo para la traza de las nuevas calles. En mayo de 2012, comenzaría a transformarse la postal urbana de la zona: se derribaron las paredes perimetrales del predio, de calles Maciá y Artigas, para comunicar las nuevas calles ya trazadas en su interior. La habilitación para circular por esas nuevas arterias -designadas en los últimos años con los nombres de José María Cocuzza, Susana Acevedo, José Lambarri, Carmen Salvay de Germano, Héctor Pajarito Fernández o Marta Casaschi- recién se concretó en 2014.

Esa apertura, y fundamentalmente la inauguración el 30 de mayo de 2015 de la plaza Mujeres Entrerrianas durante la Intendencia de Blanca Osuna, permitió que la ciudadanía se volcara decididamente a la zona, y se apropiara con su uso permanente para la recreación, el esparcimiento, para compartir momentos, caminar, practicar deportes o solo alzar la vista y poder mirar un poco más lejos el horizonte. Favoreció fundamentalmente a la zona este de la ciudad, donde se registra la mayor concentración urbana, y la más delgada proporción de espacios públicos.

La apropiación por parte de los vecinos se constituyó en un proceso contundente, elocuente e irreversible de una toma de decisión colectiva sobre el destino del lugar.
De las 22 hectáreas que componen el predio del exhipódromo, solo la plaza Mujeres Entrerrianas hoy es pública. Todas las manzanas lindantes tienen dueños: la más grande, pertenece al grupo inversor; el resto está repartido entre empresarios locales e incluso colegios de profesionales, muchos de los cuales están a favor de la preservación del uso público total del amplio lugar.

En tanto, el sector ubicado debajo de la vieja tribuna, propiedad de lo que queda del Jockey Club, fue cedido en 2015 en comodato, por tres años a la Municipalidad de Paraná. Durante la anterior gestión, se pretendió darle uso como centro cultural; la actual administración municipal tenía como idea habilitar allí una dependencia de la Secretaría de Deportes: el riesgo serio edilicio y una inversión millonaria para garantizar la seguridad de su estructura, dejó tal propuesta en suspenso. No se pueden invertir 3 o 4 millones de pesos en algo que no es tuyo, o que por los escasos años de vigencia del convenio, no se iban a poder recuperar; por esa negociación no saldada, no se encararon trabajos de refacción.
Fuente: Diario Uno
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS