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Piñera anunció "cambios profundos e intensos" en la Constitución de Chile

Al cumplirse la tercera semana del estallido social que golpea a Chile y que tiene al gobierno de Sebastián Piñera en su peor momento, el presidente se mostró ayer dispuesto a implementar "cambios profundos" en la cuestionada Constitución.
Al cumplirse la tercera semana del estallido social que golpea a Chile y que tiene al gobierno de Sebastián Piñera en su peor momento, el presidente se mostró ayer dispuesto a implementar "cambios profundos" en la cuestionada Constitución que rige desde la dictadura de Augusto Pinochet.

En una entrevista con el diario El Mercurio, Piñera enfatizó su disposición a que se efectúen reformas constitucionales que sintonicen con los pedidos de las protestas, entre los que destacan mejoras en las pensiones, en educación y salud, además de una nueva hoja de ruta para el país.

"Estamos preparando un proyecto de cambios en la Constitución", dijo sobre una de las principales exigencias de los manifestantes. Una nueva Ley Fundamental que reemplace la elaborada en la dictadura.

Ese texto de 1980 ha sido foco de críticas por falta de legitimidad en su concepción, por no establecer mecanismos de participación ciudadana en las decisiones políticas y, además, por el rol subsidiario que le asigna al Estado. Las nuevas exigencias buscan que el Estado se haga responsable de asegurar derechos sociales.

Piñera dijo que los cambios "tienen que ser más profundos y más intensos de lo que pensaba hace algunos años". Y si bien no puso plazos para presentar su proyecto, precisó que sus reformas serán discutidas en el Congreso, la única instancia legal en Chile para modificar la Carta Magna.

"Hay algunos que quieren saltarse ese marco. Eso es atentar contra la democracia, eso es no respetar lo que los chilenos tenemos como institucionalidad democrática", declaró. "Sé que la Constitución tiene su origen en el gobierno militar, pero también recuerdo perfectamente bien que después ha sufrido más de 200 modificaciones en más de 40 de sus artículos", añadió.

Mientras tanto, en las calles crece el clamor para realizar un proceso constituyente mediante el cual se reemplace la Constitución, y no solo reformas, como plantea Piñera. La demanda es apoyada por los partidos de oposición, que la ven como una opción para descomprimir esta crisis que ya dejó 20 muertos.

"El clamor ciudadano es para una nueva Constitución, no para cambios ni más ni menos profundos. Queremos, en definitiva, una nueva Constitución democrática, no hecha en dictadura", dijo Heraldo Muñoz, excanciller y presidente del opositor Partido Por la Democracia (PPD).

En tanto, la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM) anunció un plebiscito en 330 de las 345 comunas del país entre el 6 y 7 de diciembre próximo para consultar a la población si desea una nueva Constitución y el camino para alcanzar este fin. Piñera también se refirió al futuro de las movilizaciones, en el sentido de que no cederá "a la demagogia".

"Depende de nosotros. Aquí hay dos caminos. Uno, nos vamos por el camino del populismo, la demagogia, la irresponsabilidad, el tirar la casa por la ventana, el no condenar la violencia, el validar todos los actos de irresponsabilidad y en ese caso vamos a ir directo a un puerto al cual no queremos llegar", afirmó.

"El otro camino es escuchar con atención, humildad y sensibilidad la voz de la gente. Reaccionar tomando medidas, pero dentro del marco de la democracia, de la institucionalidad [...]En ese segundo camino está comprometido este presidente y nuestro gobierno", añadió.

Sobre la violencia desmedida de las fuerzas de seguridad, denunciado tanto por los manifestantes como por la oposición y los organismos de derechos humanos, Piñera admitió los excesos y dijo que "eso tiene que ser investigado" por la Justicia. Pero defendió el rol de los uniformados.

"Me gustaría que los que opinan hubieran estado en la situación en la que han estado algunos carabineros, en que su vida, su integridad física ha estado absolutamente en riesgo porque turbas o grupos de criminales organizados querían quitarles la vida, querían matarlos, y hemos visto poco de eso, ahora estamos empezando a ver más", señaló.

Piñera también catalogó como una "paradoja" lo que ocurrió en Chile. "Estamos viviendo una paradoja. Los últimos 30 años fueron el período más fecundo y exitoso de la sociedad chilena en todos los campos [...]Tenemos que tratar de entender qué nos pasó y qué lecciones tenemos que aprender", señaló el mandatario.
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