


Según relató Karlla, el guía les había advertido sobre los cambios climáticos rápidos en la región, asegurando que podrían completar la excursión bajo el sol. A pesar de una llovizna inicial, el grupo decidió continuar, confiando en la experiencia del guía.
“A mitad del camino empezó a llover, una llovizna. Él (el guía) preguntó si queríamos continuar y todos decidimos que sí. El guía dijo que había posibilidad de llegar hasta el final y tener una vista bajo el sol”, explicó Karlla.Tras la trágica muerte de Leilson, el hermano del guía, quien está en formación para ejercer la misma profesión, asumió la responsabilidad de los turistas y los guio de regreso a la ciudad. El recorrido hasta Pedra da Gávea implica una ascensión de dos horas, seguida de un descenso de otras dos, alternando entre caminata y rappel con cuerda.
Karlla agregó: “Era desesperante. Yo me la pasaba llorando y la desesperación era total. Quería bajar pero al mismo tiempo tenía miedo, porque podían caer más rayos”. Fuente: (Los Andes)