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Fiscal asesinado por sicarios: cuatro de cinco detenidos aceptaron los cargos

Cuatro sospechosos del crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci aceptaron los cargos y uno sostuvo su inocencia. Tras ser detenidos en Colombia, fueron acusados de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.
Cuatro de los cinco sospechosos que fueron detenidos en Colombia por el crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, quien fue asesinado el pasado 10 de mayo a balazos en la playa privada de Barú, cerca de Cartagena, aceptaron este lunes los cargos de homicidio agravado y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Así se lo informó a la agencia de noticias The Associated Press un funcionario de la fiscalía que pidió que mantuvieran su identidad en el anonimato porque no está autorizado a hablar con la prensa.

Uno de ellos, el venezolano Wender Scott Carrillo, habría sido el que disparó el arma. En tanto, Francisco Luis Correa Galeano, quien se habría encargado de la logística y la financiación, fue el único que insistió en su inocencia.

Las cinco personas fueron capturadas el viernes en Medellín, en el noroeste del país, donde se refugiaban en dos casas en las que se encontró un arma de fuego. Colombia ofrecía hasta 500.000 dólares de recompensa por información.

"En una operación compartida de la Policía Nacional de Colombia, la Fiscalía General de la nación de Colombia y con la colaboración de las autoridades paraguayas, hemos capturado a todos los presuntos involucrados, incluyendo el autor material del asesinato del fiscal Marcelo Pecci", anunció el presidente colombiano, Iván Duque, desde Washington.

La hipótesis de las autoridades colombianas apunta a que el crimen tendría relación con las investigaciones que adelantaba Pecci contra el terrorismo internacional. Más precisamente, el fiscal investigaba a la organización criminal Primer Comando Capital, originada en Brasil y con presencia en Paraguay, y también participó en la operación "A Ultranza PY'', contra el tráfico de drogas hacia Europa.

La audiencia se realizó bajo reserva debido a varias amenazas que denunció el juez del caso en Colombia. Uno de los procesados hizo "manifestaciones amenazantes'', según sostuvo el viernes durante otra audiencia.

El crimen
Pecci, reconocido fiscal antimafia de Paraguay, fue asesinado a tiros el 10 de mayo en una playa de Barú, próxima a Cartagena de Indias, a donde viajó para su luna de miel junto a su esposa, la periodista paraguaya Claudia Aguilera.

Era fiscal especializado contra el crimen organizado y con experiencia en las unidades contra el narcotráfico, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo del Ministerio Público paraguayo.
En su país había participado de una serie de causas de altísimo perfil, tales como el operativo “A Ultranza”, que investigó un colosal esquema de narcotráfico y lavado de dinero en el vecino país, o un cuádruple homicidio en el que una de las víctimas fue la hija de un gobernador provincial.

Recientemente había tenido a su cargo otras investigaciones relacionadas al crimen organizado, como un doble atentado en un festival de música que tuvo lugar este año, la desaparición de armas de un arsenal del gobierno, o la extradición de un ciudadano libanés-brasileño señalado por lavado de activos proveniente del narcotráfico.

Incluso había investigado la provisión de documentos falsos al futbolista brasileño Ronaldinho.

Se había casado el pasado 30 de abril con la periodista paraguaya Claudia Aguilera, con quien viajó de luna de miel a una playa de la isla de Barú.

El 10 de mayo, el fiscal fue atacado por dos personas que se acercaron en motos acuáticas a la playa donde se encontraba la pareja. Abrieron fuego desde el agua y huyeron. Fueron tres balazos.

El funcionario fue trasladado a un centro de salud, pero llegó sin vida. Su esposa, en tanto, no fue herida.
Fuente: Clarín
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