Felix, electricista de profesión, tenía 25 años cuando perdió ambos brazos tras recibir una descarga eléctrica de 11.000 voltios cuando estaba efectuando una reparación en 1998. En Francia, le obligaron a amputarle ambas extremidades luego del accidente.
Luego de 23 años, en enero de 2011 se sometió al trasplante. Actualmente, Gretarsson se dedica a dar conferencias motivacionales para dar a conocer su historia. Dice que se tiene bien y que cada vez maneja mejor sus brazos, al punto de llegar a levantar pesas en el gimnasio. Los nervios luego del trasplante crecerían en promedio un milímetro cada día, por lo que se esperaba que al menos a un año de la cirugía se encontraran con los codos. Sin embargo, ha sorprendido a los cirujanos con su increíble recuperación, y ahora logra lavarse los dientes, abrazar a su familia, lanzar pelotas para su perro y hasta levantar pesas en el gimnasio.
“En algún momento sientes que estás listo para hacerlo. El movimiento comienza a llegar, pero no hay fuerza al principio, solo una pequeña fracción de nervios en el músculo para que pueda contraer los músculos hasta cierto punto”, explicó el islandés a DailyMail. Y, respecto a su rutina en el gimnasio, dijo que “no estoy aumentando mucho de peso, sino tratando de aumentar los músculos y al mismo tiempo aumentar los nervios”.
Felix expresó que es “indescriptible” lo que sintió al abrazar por primera vez a sus nietos “después de verlos llorar como bebés pequeños y no poder sostenerlos”.