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Variante "andina" del coronavirus ya fue detectada en muestras de 19 países

Fue informada como variante primero en Perú y Chile. En Argentina, se encontró en el 48% de las muestras de pacientes del AMBA. Investigan su transmisibilidad y peligrosidad.
Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud considera que hay cuatro variantes del coronavirus de preocupación por su capacidad mayor para transmitirse y afectar a más personas en el mundo. Pero en América del Sur ha crecido notablemente durante los últimos dos meses la presencia de otra variante, que lleva el nombre técnico “C.37″ pero se la conoce popularmente como la “variante andina”. Ya se la detectó en muestras de pacientes con COVID-19 de 19 países, incluyendo Perú, Chile, Ecuador, Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia, España, Alemania, y Estados Unidos.

Días atrás, el ministro de Salud de Perú, Óscar Ugarte, contó que la variante C.37 ya está en el 80% de las muestras que se analizan, y sugirió que “podría ser la responsable del pico de la segunda ola de la COVID-19″ en ese país. Uno de los investigadores que postuló a C.37 como variante, Pablo Tsukayama, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, contó los detalles del seguimiento detectivesco que realizan. Ya en marzo pasado, la “variante andina” se encontraba en más del 40% de las muestras de pacientes en Lima.

“Es posible que esta variante haya surgido en América del Sur, por la frecuencia que ya tiene a diferencia de otras regiones del mundo”, señaló el doctor Tsukayama, quien es especialista en genómica microbiana. Ya se la detectó en los Estados Unidos, pero está presente en el 1% de las muestras de pacientes que se estudian en ese país.

Se la llamó “variante andina” porque su detección fue anunciada primero en Chile y Perú, pero hubo un registro del ANLIS/Instituto Malbrán de la Argentina del 8 de noviembre del año pasado que había mencionado a C.37. En ese momento, se la consideró “B.1.1.1″. El segundo reporte de la variante fue hecho desde Perú el 22 de diciembre. Fue el grupo de Tsukayama que la propuso como nueva variante.

Tsukayama aclaró que no quiere llamarla “variante andina” porque “implica asumir que la evolución de variantes es responsabilidad de un país o de una ciudad, y alimenta nacionalismos innecesarios en respuesta a un desafío global como la pandemia”. Pero sostuvo que la presencia frecuente de la variante C.37 sí merece mayor atención.

“Por la falta de presupuesto y logística, la mayoría de las muestras que secuencian en Perú son de Lima. Dicen que vamos a aumentar 10 veces la capacidad de hacer estudios. Habría que rastrear más porque podría haber un subregistro no sólo en Perú sino en otros países de la región”. En Sudamérica, solo se secuencia el 0,1% secuencia de las muestras de los pacientes con casos confirmados a nivel global.

“La variante andina es un linaje que está circulando fuertemente en Chile, Perú y en Argentina”, advirtió la doctora Mariana Viegas, del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires y coordinadora del Proyecto País, que se ocupa de la vigilancia genómica del coronavirus y depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. “Ya está bien documentado que la variante está co-circulando con la variante de Manaos en Ciudad de Buenos Aires y Conurbano. A veces circula a la par. En otras, incluso en una proporción mayor a la de la variante de Manaos. Lo estamos siguiendo de cerca”, comentó Viegas al ser consultada por Infobae.

Si bien aún la variante andina no fue clasificada ni en la categoría “de preocupación” ni en la de “interés” por la OMS, “tiene una mutación, la 452Q, que nos llamó la atención cuando empezamos a detectarla en febrero pasado”, reconoció la doctora Viegas.

Además, otro de los científicos que forman parte de Proyecto País, el biólogo Humberto Debat, señaló a Infobae que la emergencia de la “variante andina” coincidió con el desarrollo de brotes importantes de casos en Perú. Debat, que es profesor de la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), “la variante andina ya está presente en el 27% de las muestras de pacientes de Chile, y en el 48% de las muestras del AMBA en Argentina. En otras provincias argentinas, también está creciendo”.

El solo hecho de que esta variante haya desplazado a otras y se la detecte con tanta frecuencia hoy -subrayó el doctor Debat- “es suficiente para que sea considerada como una preocupación más allá de que un organismo internacional la clasifique o no como tal”.

En tanto, Pilar Moreno, doctora en ciencias biológicas y docente e investigadora de la Universidad de La República y del Instituto Pasteur de Montevideo, en Uruguay, contó cuál es la situación de la variante andina en ese país. “Entre las 200 y 300 muestras que secuenciamos cada semana, hemos detectado la variante C.37 en tres pacientes en Uruguay, que no habían estado en el exterior”, precisó. “Hoy la variante predominante es P.1″, dijo en referencia a la variante que fue detectada en Manaos, Brasil el año pasado.

La doctora Moreno coincidió con sus colegas de la región que la variante andina podría ser más transmisible y contar con capacidad para evadir los anticuerpos neutralizantes generados por infecciones anteriores. Esto último podría hacer que más personas que ya tuvieron el coronavirus se vuelvan a infectar. “Pero aún hay que demostrarlo científicamente”, enfatizó Moreno.

En Chile, el último reporte sobre variantes del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud remarcó que es la “andina” es la variante que más circula en ese país después de la de Manaos desde abril. “Esta situación requiere estar atentos a los cambios en la caracterización epidemiológica de estos casos, así como mantener el envío de muestras en todas las regiones para el monitoreo de las características de los linajes y variantes prevalentes”, escribieron los expertos locales en el reporte.

A nivel mundial, los investigadores suben los datos de los genomas secuenciados a partir de muestras de pacientes en una gran base que se había creado para monitorear al virus de la gripe: GISAID. Hoy, la gran mayoría de los datos proviene de científicos que residen en países desarrollados. Sudamérica generó solo 20.000 genomas (el 1.2% del total en GISAID). Aunque se han hecho esfuerzos de inversión en equipamiento e insumos, “con tan poca vigilancia, nuestra capacidad de detección de variantes es muy limitada”, opinó Tsukayama desde Perú.

Ante el riesgo de contagio de las variantes que emergen, ¿qué puede hacer la población? “Es imposible predecir el impacto de las variantes en una pandemia. Por el momento, todas las vacunas autorizadas ofrecen protección contra el coronavirus -contestó el doctor Debat desde Córdoba-. Además de acceder a la vacuna, las personas hoy deben seguir las recomendaciones como el uso adecuado del barbijo, la ventilación permanente de los ambientes interiores, el lavado frecuente de manos, el distanciamiento y evitar las reuniones sociales con no convivientes en lugares cerrados. Son medidas que sirven para prevenir los contagios aunque cambie el predominio de una variante sobre otras”.

En Perú, la doctora Lely Solari, del Ministerio de Salud informó el martes a la prensa que las vacunas que se aplican siguen otorgando protección. Hubo una disminución de casos y fallecimiento por COVID-19 en los grupos de personas que ya accedieron a las vacunas. “Eso significa que, pese a que la variante C37 ha estado circulando en nuestro país -expresó- las vacunas son efectivas para prevenir los casos”.
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