Internacionales Decenas de muertos

Crece la tensión en Medio Oriente: Israel intensificó ofensiva en Franja de Gaza

Israel redobló su ofensiva contra los palestinos mientras continuó la lluvia de misiles de Hamas. Las fuerzas israelíes atacaron edificios pertenecientes a Hamas. El grupo islamista lanzó más 850 misiles desde el inicio de la escalada.
Israel intensificó este miércoles su ofensiva en la Franja de Gaza, derrumbó un edificio que era utilizado por el grupo islamista Hamas mientras cohetes palestinos caían incesantemente en algunas regiones del sur israelí.

Los combates del martes fueron los más intensos entre ambas partes desde 2014, sin muestras de tregua a la vista.

Un vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel comunicó que se habían disparado unos 850 cohetes desde Gaza contra el territorio israelí desde el comienzo de la escalada.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió expandir la ofensiva, mientras que los combatientes de Gaza lanzaron una andanada de cohetes que encendieron las sirenas de ataques aéreos y provocaron explosiones en la zona metropolitana de Tel Aviv, una región densamente poblada.

En Israel, cinco personas, entre ellas tres mujeres y un menor, murieron a causa de las ataques con cohetes entre martes y miércoles, y decenas de personas resultaron heridas.

Una niña de 16 años y su padre de 50 fueron asesinados por el impacto directo de un cohete en el patio de su casa en la aldea de Damasco cerca de Lod.

Justamente en la ciudad de Lod, un poblado donde conviven israelíes y palestinos, las autoridades decretaron el estado de emergencia debido a la quema de tres sinagogas y el incendio de docena de automóviles.
En tanto, el número de fallecidos en Gaza aumentó a 35 palestinos, entre ellos 10 niños, según el Ministerio de Salud. Más de 230 personas resultaron heridas.

En Cisjordania un palestino de 25 años murió durante los enfrentamientos con tropas de Israel que ingresaron al campamento de refugiados de al-Fawar, en Hebrón.

Los combates entre Israel y Hamas fueron los más intensos desde la guerra de 50 días a mediados de 2014. En poco más de 24 horas, la actual ola de violencia -a causa de las tensiones religiosas en la disputada ciudad de Jerusalén- evocó fuertemente aquel devastador conflicto.

Entre martes y miércoles se repitieron los ataques aéreos israelíes y el siseo de los cohetes, mientras se elevaban columnas de humo de los lugares de impacto.

Israel reanudó su campaña de bombardeos para matar combatientes y comenzó a derribar edificios enteros, una táctica que le valió fuertes críticas internacionales en 2014.

En un discurso televisado a nivel nacional, Netanyahu dijo que Hamas y la Yihad Islámica "han pagado, y permítanme decirles, pagarán un alto precio por sus agresiones''.

Aseguró que Israel ha matado a decenas de combatientes y provocado fuertes daños en cientos de objetivos.

La actual oleada de violencia coincide con la celebración musulmana del Ramadán, un momento delicado de tensiones religiosas.

La tensión entre Israel y los palestinos se inició el fin de semana pasado en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa, un lugar sagrado tanto para musulmanes como para el judaísmo.

La policía de Israel arrojó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras en contra de palestinos dentro del complejo, quienes en respuesta arrojaron piedras y sillas contra los agentes.

La tarde del lunes, Hamas comenzó a lanzar cohetes desde Gaza. Y a partir de ese momento, las tensiones escalaron rápidamente.
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