El asesino cometió la masacre por motivos que aún se investigan en el jardín de infantes Aquarela, adonde ingresó y comenzó a perseguir a una maestra, a la que acuchilló y luego siguió con los bebés y una agente de la secretaría de Salud que estaba en el lugar como parte del operativo especial para dar clases presenciales en la pandemia.
"Entramos y vimos una escena de terror, niños en el piso, sangre por todos lados", dijo Gisela Hermann, secretaria municipal de Educación.
La agente de salud atacada murió en el hospital regional de Chapecó, a 67 kilómetros de distancia, donde no resistió a las heridas recibidas.
El comisario Newton Casagrande, de Chapecó, a 67 kilómetros de Saudades, en un principio dijo que no podía confirmar la cantidad de víctimas y que estaba yendo hacia el lugar.
"No sabemos qué motivó este ataque, estamos investigando", dijo al canal NSCTV, la mayor cadena de noticias de Santa Catarina.
El comisario Jerónimo Marçal, de la comisaría de Saudades, dijo que la investigación inicial determinó que otro bebé fue atacado pero quedó fuera de peligro.
El lugar estaba semivacío a raíz de que no se permite más de 35% de aforo en las escuelas a raiz de la pandemia, en una región que continúa desde febrero en colapso sanitario con alta ocupación de camas de UTI.
La ciudad se encuentra a casi 150 kilómetros de Bernardo de Irigoyen, ciudad misionera que forma parte de la frontera seca con Brasil.
"El agresor se encuentra hospitalizado", dijo el jefe policial, quien indicó que encontraron otras armas en el cuarto de la casa del asesino.