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Restricciones: Francia e Italia tratan de levantarlas mientras Alemania endurece

Algunos países quieren dar señales alentadoras sin perder la cautela y observan el ejemplo del Reino Unido. En cambio, Berlín apuesta por un esquema de cierres para frenar la propagación del covid-19.
El declive del coronavirus es tímido y frágil en la Europa continental, aunque varios países pretenden no desviarse de la posibilidad de reabrir actividades previstas en sus planes post pandemia. Tanto el gobierno de Francia e Italia acaban de confirmar la reapertura de las guarderías y escuelas primarias en los próximos días, para luego avanzar con un desconfinamiento ligado a la suerte de la evolución de la propagación del virus y a la eficacia de sus planes de inmunización.

¿Cómo fue la reapertura en Inglaterra? Ahí está puesta la mirada de las autoridades, en especial para reabrir la educación, actividad que fue considerada desde el principio esencial y los cierres, una excepción. Inglaterra experimentó, el 8 de marzo pasado, la apertura de escuelas con un seguimiento epidemiológico que sumó la exigencia de hasta dos pruebas de autocomprobación de antígenos rápidas para evitar los rebrotes por COVID 19.

Para cualquier decisión, además, se observan los datos británicos con una prudente esperanza. Uno de ellos, el último informe de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS). Según cifras oficiales, el COVID 19 fue la tercera causa principal de muerte en marzo, representando el 9,2% de todas las muertes registradas en Inglaterra y el 6,3% en Gales. Anteriormente, era la principal causa de fallecidos cada mes, desde noviembre a febrero.

Desde mayo, volviendo al cronograma de aperturas, comenzarán lentamente a levantarse los límites para viajar, pero con la necesidad de un certificado de viaje o pasaporte por coronavirus, como exigencia para poder trasladarse. Además del planes nacionales, se espera que la Comisión Europea se expida en los próximos días y un “pase comunitario” esté en funcionamiento el junio.

A mediados del próximo mes, las terrazas de cafés y restaurantes deberían reabrir, después de casi medio año de cierres, al igual que algunos establecimientos culturales, con la implementación de aforos reducidos para limitar el número de visitantes.

La situación de una nueva variante india se suma a las preocupaciones del gobierno de Emmanuel Macron
Francia abre con miedo a las variantes

Este jueves, el primer ministro, Jean Castex, ofreció una rueda de prensa para hablar de la situación sanitaria pero, sobre todo, de la reapertura de las escuelas y la cuestión de las fronteras.

Además del plan de liberalización, y después de sus contrapartes inglesas, brasileñas o sudafricanas, la situación de una nueva variante india se suma a las preocupaciones del gobierno de Emmanuel Macron.

Si bien los portavoces del gobierno han adelantado algunas decisiones, aún no se han determinado varias cuestiones importantes, como las modalidades de levantamiento del toque de queda, fijado a las 19.00 horas en todas partes de Francia, o la del establecimiento de procedimientos territorializados, siendo algunas regiones más afectadas que otras.

Con 30.000 contagios diarios, la ligera desaceleración de la epidemia permite recuperar perspectivas, pero es tan precaria que cualquier equivocación puede resultar un problema. Como había anunciado el 31 de marzo, el jefe de Estado debería dirigirse nuevamente a los franceses, antes de mediados de mayo.

Por otra parte, la confirmación de la detección de la variante india del coronavirus por primera vez en Bélgica, en un grupo de estudiantes que llegaron este mes desde Asia a través del aeropuerto parisino “Roissy”, pone en observación a las autoridades sanitarias de ambos países. En total, 20 estudiantes indios dieron positivo a la nueva variante y fueron puestos en cuarentena en las ciudades flamencas de Aalst (11) y Lovaina (9), a donde habían llegado a mediados de abril para asistir a un curso de enfermería.

“Es el ritmo de administración de la vacuna lo que marcará la tendencia en las próximas semanas”

Italia apuesta todo a las vacunas

¿Es correcto reabrir a finales de abril? “En esta ola cambian los cálculos”, explica al diario La Stampa el físico Roberto Battiston, también profesor de la Universidad de Trento. “En esta ocasión hay una novedad que antes no existía, la de las vacunas. Es el ritmo de administración de la vacuna lo que marcará la tendencia en las próximas semanas“.

A partir del lunes, una tarjeta de circulación se utilizará para moverse entre regiones de diferentes colores, luego también para participar en eventos y espectáculos con más de mil espectadores. Consiste en uno de estos tres certificados: de vacunación con ambas dosis, de recuperación exitosa de COVID (que vale 6 meses) y de resultado negativo incluso en una prueba rápida realizada dentro de las 48 horas.

El decreto del primer ministro, Mario Draghi, un plan de apertura que regrese a la “normalidad” para el 1 de julio, prevé que áreas amarillas y naranjas, desde jardines de infancia hasta octavo grado, tengan las escuelas abiertas. En secundaria, clases presenciales garantizadas para al menos el 70% de los alumnos. En la zona roja, hay una presencia garantizada de entre el 50 y el 75%.

Los restaurantes y bares, también abren por la noche solo con servicio de mesa al aire libre. Pero para cenar o tomar una copa hay que darse prisa porque a las 10 de la noche hay toque de queda. En las regiones roja y naranja están cerrados todo el día, incluso si se permite la entrega a domicilio y la comida para llevar hasta las 6 p.m., el horario extendido hasta las 22.00 horas para bares de vinos.

En Alemania habrá toques de queda regionales si la tasa de incidencia supera 100 casos cada 100 mil habitantes. El promedio es de 160
Alemania a contramano

Un año después, y luego de un buen desempeño durante la primera y segunda ola de la pandemia, el país espera implementar un toque de queda a nivel nacional. Muy controvertida, la medida aparece en la nueva versión de la ley de protección contra las enfermedades infecciosas que el Bundestag aprobó el miércoles 21 de abril, y recibió también luz verde del Bundesrat, en otro enérgico debate parlamentario.

Impulsada por la canciller Angela Merkel, en un país visceralmente federal, la medida se aplicará en todos los distritos (Landkreise) donde la tasa de incidencia supere, durante tres días seguidos, 100 nuevos casos por 100.000 habitantes. Este es ahora el caso de una gran mayoría de ellos, mientras que la tasa de incidencia promedio es de alrededor de 160 y la tercera ola de la epidemia de COVID-19 continúa creciendo a través del Rhin.

El ajuste a las restricciones, que ya agobian a los alemanes, se reflejaron en las calles con nuevas marchas de opositores a las medidas anti-Covid. Alrededor de 8.000 personas se manifestaron en Berlín, 150 de las cuales fueron detenidas por la policía por incumplimiento de la normativa sanitaria. Fueron casi igual de numerosas, en el otoño, durante una enmienda anterior a la ley sobre la protección contra las enfermedades infecciosas.

España, Grecia y Portugal algo más adelantados

España, Portugal y Grecia ya han optando por el alivio, pero las restricciones continúan con distintas velocidades.

En todos los casos, con matices, estos países ya han aflojado con cuidado: los museos, las universidades y las terrazas de los cafés han reabierto, con planes de desconfinamientos muy graduales.

Sin embargo, estos países descartan por el momento la reapertura de la fronteras, en particular con naciones consideradas altamente peligrosas por la circulación de las variantes brasileña, sudafricana, y ahora de la India.
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