Steve Hinks, director del Taronga Western Plains Zoo, destacó la importancia del nacimiento ya que quedan muy pocos ejemplares vivos de esta especie. Aún sin nombre, la pequeña rinoceronte negra no se separa de su mamá ni un segundo.
"Esta cría es especialmente importante porque lleva el legado de Kanzaa, nuestro reproductor de rinocerontes negros, que lamentablemente murió en 2020", señaló Hinks. La participación de Kwanzaa fue crucial en el programa de conservación de la especie: engendró cuatro crías de rinoceronte negro, incluida la recién nacida.
En perfectas condiciones de salud, tanto la mamá como su cría permanecerán en observación. Durante los próximos dos meses se extremarán los cuidados de ambas rinocerontes negras para luego situarlas en el corral de sus pares.
En peligro de extinción
La población mundial de rinoceronte negro africano (Diceros bicornis) se concentra tanto en la zona oriental como occidental del sur de África. De acuerdo con los relevamientos de 2018, solo quedan 5630 ejemplares vivos.A pesar del carácter alarmante de la situación, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) aseguró que el número de ejemplares de estos grandes mamíferos crece paulatinamente año tras año.
Si bien la tasa de crecimiento se ubica en torno a un 2,5% anual, esta es lo suficientemente alentadora para suponer que esta especie, víctima durante años de la caza furtiva y el comercio ilegal, pueda perpetuarse.
(La Nación).
