La deforestación, en lo que va de 2020, ya es muy superior al total anual registrado en los años previos a la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia del Brasil.
En todo el 2018 se talaron 4.951 km²; 3.551 km² en 2017; 6.032 km² en 2016 y 2.195 km² en 2015.
En octubre pasado, se registró más del doble de incendios en el bosque tropical frente al mismo mes de 2019, según datos del INPE difundidos en este mes de noviembre.
En los diez primeros meses del año, se verificaron 93.356 focos de calor contra unos 89.176 en todo 2019.
"Los incendios y la deforestación son dos caras de la misma moneda: lo que está pasando en la selva es reflejo de la falta de una política ambiental en el país", denunció la semana pasada el portavoz de Greenpeace Brasil, Rômulo Batista.
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, sobrevoló la semana pasada la Amazonía junto a diplomáticos de una decena de países para intentar mejorar la imagen de su gobierno, foco de críticas por sus políticas ambientales, pero varias ONG's criticaron el recorrido porque excluyó las zonas más afectadas por la deforestación y los incendios.
(Télam)