Internacionales Conjeturas sobre el origen

Misterio y alarma: hallan cráter de 50 metros de profundidad en Siberia

No es la primera vez que un evento de esta naturaleza tiene lugar en Siberia. La aparición de un nuevo cráter de 50 metros de profundidad en la península de Yamal, frente al Océano Ártico, provocó alarma.
Un paper científico afirma que podría ser un ejemplo de criovolcanismo (un volcán de hielo) una actividad de la que no se tenía registro en nuestro planeta hasta hace pocos años pero que sí había sido observada en otros planetas helados, como Plutón.

La súbita aparición de estos cráteres en el permafrost (suelo congelado) de la Tundra siberiana podría estar relacionada al calentamiento global, y el criovolcanismo podría incluso acelerarlo.
Cráteres en el Ártico
Entre el primer fenómeno registrado en el año 2014, y el último gran cráter que fue captado por las cámaras del noticiero ruso Vesti Yamal, hubo otros 15 agujeros.

El primero, también hallado en la península de Yamal, tenía unos 20 metros de diámetro y 52 de profundidad, hasta que se empezó a llenar de agua. Para el otoño siberiano de 2016, ya era uno más de los muchos lagos circulares de ese territorio.
La explicación de los científicos
Según un grupo de 12 científicos rusos, que estudiaron las causas de la aparición de este cráter y su evolución, el fenómeno tiene que ver con la alta presencia de metano en el permafrost, que al ser expuesto a una presión alta es liberado hacia la superficie, rompiendo la capa de hielo del suelo y generando una explosión.

"Quizás el impacto del calentamiento global pueda provocar tales explosiones, ya que la profundidad del deshielo aumenta y la capa congelada se destruye fácilmente", afirman los científicos en el paper publicado en el sitio web Nature, según indica La Nación.

"Nuestros resultados muestran que la erupción puede deberse a la cristalización del agua en lugar de al calentamiento de la misma. La transición de agua a hielo aumenta la presión y desencadena una explosión catastrófica", explican.
Las consecuencias del fenómeno
En declaraciones con el noticiero ruso Vesti Yamal, el profesor Vasily Bogoyavlensky de la Universidad Nacional de Petróleo y Gas en Moscú, alertó sobre la posibilidad de que estas reservas de metano se formen cerca de gasoductos, fábricas o áreas residenciales.

Pero hay una consecuencia aún más grave en el mediano y largo plazo. El metano es un gas de efecto invernadero cuyo efecto al ser liberado a la atmósfera es hasta 30 veces más potente que el del dióxido de carbono. De esta manera, el Ártico podría convertirse en un foco contaminante a tener en cuenta en la lucha contra el calentamiento global.
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