Internacionales Ocurrió en Uruguay

Insólito: Sujeto robó un auto y fue condenado a lavarlo gratis tres veces

El robo ocurrió en Uruguay. La medida alcanza con que lo haga con agua, en todo caso jabón, y no es necesario que lo haga con cera para dejar el auto con brillo. Pero si el dueño del vehículo exige ese tratamiento, el ladrón deberá hacerlo.
¿A qué pena se expone un ladrón que roba un automóvil y es descubierto y detenido por la Policía? La pregunta tiene una peculiar respuesta para el reciente caso ocurrido en la ciudad de Maldonado, la capital del departamento al que pertenece Punta del Este.
El delincuente fue imputado por delito de hurto, pero queda en libertad con una obligación: deberá lavarle el auto al dueño del vehículo en tres ocasiones.
Esa medida también es flexible: alcanza con que lo haga con agua, en todo caso jabón, y no es necesario que lo haga con cera para dejar el auto con brillo. Pero si el dueño del vehículo exige ese tratamiento, el ladrón deberá hacerlo.

El caso ocurrió hace pocos días en Maldonado. Y la resolución de la jueza Ana María Guzmán tuvo en cuenta la oferta del delincuente, quien propuso una reparación "material y simbólica".
Imputado por el delito de "hurto", el hombre deberá "residir en lugar específico", que no podrá modificar "sin dar previo aviso a la Fiscalía". Además, el imputado deberá "realizar tres lavados del vehículo, completos, (sin lavado de motor)".
La resolución judicial establece que "si el denunciante lo desea", el delincuente deberá hacer el lavado "con cera y con silicona" para las partes de "plástico" del vehículo. Esos tres lavados gratis deberán realizarse dentro de tres meses de plazo, publicó La Nación.
En la disposición de "cese de detención" se indica que el "domicilio" del denunciado es una esquina de la ciudad de Maldonado; menciona las calles pero no el número (18 de Julio y R. Bergali), y para identificar el lugar especifica que es "donde dice Lubricentro y Lavadero".
El caso ya forma parte de la polémica que se ha dado en Uruguay por este tipo de obligaciones o medidas alternativas, que son cuestionadas por gran parte de los uruguayos, que reclaman combatir al delito con medidas más contundentes.

En 2019 fue famoso el caso de un hombre que fue imputado por el delito de receptación y el acuerdo fue para que cocinar 100 torta fritas y regalarlas en hogares de ancianos o centros escolares.
Otro caso llamativo fue el de un joven que había destrozado un cajero automático bancario y fue obligado a no acercarse a ese local. También generó polémica que a un imputado por vandalismo le dejaran en suspenso la pena para que pudiera cumplir con su deseo de irse de vacaciones a una playa de Rocha, durante algunos días.
Estos casos se encuadran en el nuevo Código de Proceso Penal que lleva dos años de aplicación. La fiscal del caso de las "torta fritas" defendió así el uso de estos instrumentos sobre imputación de delitos y resolución del caso: "Aún si la obligación impuesta resulte anecdótica para el público en general, resulta ajustada a derecho y adecuada a la conducta imputada".
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