Luego de más de 13 años en el poder, el presidente Morales renunció a la presidencia de Bolivia. "Renuncio a mi cargo de presidente para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a dirigentes sociales", dijo Morales a través de la televisión, aludiendo a los líderes opositores que convocaron protestas en su contra, desatadas el día siguiente de los comicios.
Su vicepresidente, Álvaro García Linera, denunció a su lado: "No queremos que estos grupos violentos quieran ensangrentar más al pueblo. Han desconocido estos grupos el orden constitucional. El Golpe de Estado se ha consumado. Fuerzas oscuras han destruido la democracia".