El día del encuentro deportivo, apareció vistiendo una camiseta naranja a la cual había añadido el dibujo pero con estilo propio. Ante la creativa iniciativa, su maestra, Laura Synder, compartió una publicación en Facebook afirmando que se sentía orgullosa del estudiante de primaria. Sin embargo, más tarde comentó que encontró a su alumno llorando porque al parecer unas compañeras de la escuela se habían burlado de la camiseta.
Por ese motivo, la mujer escribió una publicación con el fin de ayudar a su alumno a que obtuviera la camiseta del equipo que tanto admiraba. La publicación al poco tiempo se volvió viral, llamando la atención del equipo de la universidad, que decidió enviar una caja llena de indumentaria junto con golosinas para él y sus compañeros de clase.
Según publicó Actualidad RT, a medida que la historia se extendió, la tienda de la universidad también decidió mostrar su apoyo, por lo que lanzó una nueva camiseta con un diseño igual al que el niño había dibujado días antes. La tienda además aseguró que parte de los ingresos por cada unidad vendida serán destinados a una organización que trabaja en prevenir y reducir el acoso a los niños en Estados Unidos.