En su mensaje, el Papa también se refirió a la crisis política de Venezuela y pidió a las autoridades del país bolivariano "tomar medidas concretas que permitan sanar las divisiones y dar a la población la ayuda que necesita".
Por otro lado, el Sumo Pontífice hizo mención al conflicto en Nicaragua y solicitó "encontrar lo antes posible una solución pacífica y negociada en beneficio de todos".
Francisco también recordó a las víctimas de los atentados contra templos católicos y hoteles en Sri Lanka y expresó su consternación por los ataques que dejaron al menos 185 muertos y 500 heridos. El pontífice ofreció su mensaje de Pascua desde la logia central de la basílica de San Pedro del Vaticano y lo centró en la importancia de garantizar la paz en el mundo.
Animó a la comunidad internacional a que la propicie, acabando con "la carrera de armamentos y la propagación preocupante de las armas, especialmente en los países más avanzados económicamente", y también se acordó de los indefensos, los pobres, los desempleados y los marginados.
Se refirió a Siria, donde su pueblo es "víctima de un conflicto que continúa y amenaza con hacernos caer en la resignación e incluso en la indiferencia".
"En cambio, es hora de renovar el compromiso a favor de una solución política que responda a las justas aspiraciones de libertad, de paz y de justicia, aborde la crisis humanitaria y favorezca el regreso seguro de las personas desplazadas, así como de los que se han refugiado en países vecinos, especialmente en el Líbano y en Jordania", subrayó. Sobre Oriente Medio, lamentó que la región sufra "continuas divisiones y tensiones", deseó que israelíes y palestinos busquen juntos "un futuro de paz y estabilidad" y criticó el conflicto en Yemen, donde especialmente los niños sufren las consecuencias del hambre y de la guerra.
Deseó que "las armas dejen de ensangrentar a Libia, donde en las últimas semanas personas indefensas vuelven a morir y muchas familias se ven obligadas a abandonar sus hogares" e instó a las partes implicadas a encontrar una solución dialogada que ponga fin a la inestabilidad política.
Francisco también pidió que la paz y la reconciliación reine en África, en países como Burkina Faso, Mali, Níger, Nigeria, Camerún y Sudán del Sur, y dirigió un pensamiento especial a Sudán, "que está atravesando un momento de incertidumbre política".
Finalmente, pidió que Ucrania, "que siguen sufriendo el conflicto todavía en curso, encuentren consuelo en esta Pascua".