El registro fue difundido en medios de diversos países, provocando una reacción diferente a la pensada inicialmente: en lugar de emocionar o hacer reír, el video provoca y suma cuestionamientos por la violencia obstétrica a la que fue sometida la mujer que daba a luz en ese momento, y también el recién nacido.
De hecho, la mayoría de las críticas apuntó al nulo respeto del personal médico hacia la paciente y su bebé, con la intromisión de muchas más personas de las necesarias en el pabellón, sumado a los gritos, los ruidos y la propia filmación, no se sabe si consentida, de la mujer en pleno ejercicio de parto.
El hecho ocurrió en la maternidad Roosevelt y ya recorre el mundo provocando repudio a los profesionales de la salud a cargo. A la vez, diversas organizaciones han utilizado el registro para evidenciar el problema de la violencia obstétrica como otra forma de agresión hacia las mujeres. Durante el parto, los especialistas incluso realizan el conteo a viva voz mientras la mujer lidia con el dolor en la camilla.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) todas las mujeres tienen derecho a recibir el más alto nivel de cuidados en salud, que incluye el derecho a una atención digna y respetuosa en el embarazo y en el parto, y el derecho a no sufrir violencia ni discriminación.
"Este video fue retirado de los links. Creemos que es necesario tenerlo en nuestro Twitter con la esperanza de que el primer nacimiento del 2020 lo asistan profesionales más evolucionados y respetuosos con las mujeres y sus bebés. Basta de violencia obstétrica", escribió el colectivo argentino Dando a Luz que difundió el video. Miralo:
Este video fue retirado de los links. Creemos que es necesario tenerlo en nuestro Tweeter con la esperanza de que el primer nacimiento del 2020 lo asistan profesionales más evolucionados y respetuosos con las mujeres y sus bebés. Basta de violencia obstétrica pic.twitter.com/w4035TjJw6
— Dandoaluz.org.ar (@Dandoaluz) 2 de enero de 2019