La historia, según diario El Espectador, dice que Jesús le pidió prestado un coche a un compañero de Uber llamado Leonardo para trabajar ese día. Lo que sucedió es que, al tomar el coche de su amigo, Uber mostraba su nombre y foto como si fuese el propio dueño, pero el conductor resultaba ser el marido de Yeimy.
Lo que vino después es confuso: de acuerdo algunas versiones de diarios locales, la pareja de amantes habría escapado de la situación, pero otras señalan que Yeimy y su esposo habrían iniciado un escándalo en vía pública.
Sin embargo, hay ciertas imprecisiones respecto al insólito episodio de engaños y encuentros incómodos. Algunos señalan que Yeimy solicitó el vehículo de Uber en Barranquilla, donde, según la página oficial del servicio, funciona; pero otros aseguran que tuvo lugar en Santa Marta.