Una imagen exhibe a trabajadores del hospital, entre médicos y enfermeras, haciendo fila junto a la cama del niño para turnarse en la aplicación del RCP, vitales para mantener el ritmo cardiaco.
El peculiar tratamiento fue decidido por los responsables del hospital al carecer éste de una máquina ECMO (siglas de Oxigenación de Membrana Extracorporal), que podría haber practicado automáticamente esas compresiones.
Los 30 médicos hicieron por tanto "funcionar" el corazón del niño durante las horas en las que tardó en llegar una de esas máquinas ECMO de un hospital de Shanghái (a unos 155 kilómetros de Changzhou) que se ofreció a cooperar.
Xiao Yu evoluciona favorablemente y su corazón volvió a latir de forma natural, aunque sigue hospitalizado y en tratamiento.