"Israel es el Estado nacional del pueblo judío, que honra los derechos individuales de todos sus ciudadanos", añadió el premier. "Repito, este es nuestro Estado. El Estado judío. Últimamente hay gente que está intentando desestabilizar esto y, por lo tanto, desestabilizar los cimientos de nuestra existencia y nuestros derechos. Por lo tanto hoy lo hemos convertido en ley. Este es nuestro país. Este es nuestro idioma. Este es nuestro himno y esta es nuestra bandera. Viva el Estado de Israel".
¿Qué dice la nueva ley? Entre otros puntos, define a Israel como Estado nacional del pueblo judío, reafirma el estatus de Jerusalén como capital y dice que "únicamente los judíos tienen derecho a ejercer la autodeterminación nacional en el Estado de Israel". Además, sólo reconoce el hebreo como lengua oficial.
Los contrarios a la ley señalaron que margina a la minoría árabe del país, alrededor del 20% de la población, y degrada el idioma árabe de oficial a tener una posición "especial". Israelíes árabes, políticos de la oposición y grupos de defensa de las libertades civiles consideran que una legislación así somete la condición democrática de Israel a su carácter judío, en perjuicio de las minorías.
"La separación, discriminación y el racismo están anclados ahora en la ley", dijo Ayman Odeh, líder de la Lista Conjunta, una alianza política de partidos eminentemente árabes. "Esta es una ley de superioridad judía que excluye a más del 20 por ciento de los ciudadanos. Está diseñada por completo para desafiar, dividir, denigrar y continuar la provocación del gobierno de Netanyahu", agregó en un comunicado.
Por su parte, Eugene Kontorovich, director de derecho internacional del Kohelet Policy Forum, un centro de estudios conservador de Jerusalén, defendió la norma alegando que "es similar a las disposiciones de muchas constituciones democráticas occidentales, que establecen un idioma oficial y un carácter nacional que refleja la mayoría de la población".
El gobierno dijo que lo único que hace el texto, aprobado de madrugada, es dar fuerza de ley al carácter que ya tiene Israel. La declaración de independencia de Israel de 1948 definió su naturaleza como un estado judío y democrático, un delicado equilibro que la nación intenta mantener desde hace 70 años.